Hermann Hesse - Demián
Leído por vez primera en 1976, cuando tuve 15 años.
Muy pocos saben hoy lo que es el hombre. Muchos lo sienten y, por sentirlo, mueren más aliviados, como yo moriré aliviado cuando termine de escribir esta historia.
No soy un hombre que sabe. He sido un hombre que busca y lo soy aún, pero no busco ya en las estrellas ni en los libros: comienzo a escuchar las enseñanzas que mi sangre murmura en mí. Mi historia no es agradable, no es suave y armoniosa como las historias inventadas: sabe a insensatez ya confusión, a locura y a sueño, como la vida de todos los hombres que no quieren mentirse más a sí mismos.
(...)
Dos mundos fluían allí confundidos; el día y la noche venían de dos polos diferentes.
Uno de tales mundos se reducía a la casa paterna, y ni siquiera la abarcaba toda, sino que, en realidad, sólo comprendía a mis padres. Este mundo me era bien conocido en su mayor parte: se llamaba madre y padre, se llamaba amor y severidad, ejemplo y escuela. Sus atributos eran un suave resplandor, claridad y limpieza. Las palabras cariñosas, las manos lavadas, los vestidos limpios y las buenas costumbres tenían en él su centro. En él se cantaba el coral matutino y se festejaba la Nochebuena. En este mundo había líneas rectas y caminos rectos que conducían al porvenir; había el deber y la culpa, el remordimiento y la confesión, el perdón y los buenos propósitos, el amor y la veneración, la palabra de la Biblia y la sabiduría. En este mundo debía uno mantenerse para que la vida fuese clara y limpia, bella y ordenada.
El otro mundo comenzaba, sin embargo, en medio de nuestra propia casa y era completamente distinto, olía de otro modo, hablaba de otro modo, prometía y exigía otras cosas. En este segundo universo había criadas y aprendices, historias de aparecidos y rumores de escándalo; había una abigarrada marea de cosas monstruosas, atrayentes, terribles y enigmáticas, cosas como el matadero y la cárcel, hombres borrachos y mujeres escandalosas. (...) en derredor nuestro existían todas esas cosas bellas y espantables, salvajes y crueles (...) en todas partes brotaba y fluía este otro mundo impetuoso, en todas partes menos en nuestras habitaciones, en donde estaban mi madre y mi padre. Y esto era excelente. Era maravilloso que allí, en nuestra casa, hubiera paz, orden y reposo, deber y buena conciencia, perdón y amor, y era maravilloso que también existiera todo los demás, lo estruendoso y agudo, sombrío y violento, de lo cual podía uno huir en un instante, refugiándose de un salto al lado de la madre.
Lo más singular era que los dos mundos confinaban uno con otro, estrechamente yuxtapuestos.
viernes, 25 de mayo de 2007
jueves, 24 de mayo de 2007
El subrayado como género discursivo
El apasionado de Mijail Bajtín nos dejó una obra fecunda que aún hoy sorprende por lo vanguardista de sus análisis. Excesivamente conocido en los ámbitos universitarios por su concepto de Género Discursivo más que por otras de sus contribuciones, sin embargo voy a proceder a también hacer uso de él, violentándolo, por supuesto. Abrevaré entonces en la vulgata, pero haciendo la siguiente torsión: ocurre que se ha escrito tanto sobre los géneros discursivos como producciones estables y reconocibles propias de cada uno de los ámbitos de la cultura, se han producido tantas clasificaciones y subclasificaciones, que quiero ya no decir nada más acerca de la producción escrita, sino acerca de la producción lectora, planteando que el lector, en su búsqueda intensa, también lleva a cabo una actividad estable y reconocible de carácter personal que es el subrayado, el trazado que rescata del fluir incesante de la escritura, aquello que hace resonar su espíritu y que busca detener. Quien lee, co-funda un mundo ya ofrecido, pero lo habita con su modo de vivir, comienza una forma de existencia simbólica que lo hace residir de una manera sensible a través de aquel mundo que lee, creando otro paralelo.
Fragmentos, nuevas totalidades incompletas, los libros se tornan en obras amadas que mutan en formas sensitivas propias de cada lector. Marcas de amor. Rúbricas de lector. Un mundo fuera del tiempo, un mundo absoluto, como todo lo que amamos con pasión: sensibilidad sensitiva, sensibilidad inteligible. El lector al subrayar funda otro discurrir, con líneas discontinuas, discretas, descosidas de la matriz linguística del escritor.
El subrayado es un trabajo artesanal revelador del espíritu del leyente, del vidente de sí en el espíritu de la obra, vidente del espíritu de aquellas criaturas inexistentes, que se materializan en los ojos del lector, ojos que insuflan vida, presencia, a través de esas líneas emanadas, trazos de un camino que susurra un sendero sutil, continuo y abrupto a la vez. Un sendero de apropiación, un sendero en el que se dejan huellas, donde se hace reconocible la presencia de un testigo.
Quien subraya busca y se busca. El lector busca arrancarle voces a ese desconocido que se le presenta y que lo habita, lector que blande su mano marcando lo que sus ojos iluminan en el papel pero también en su interior, produciendo un texto espiritual. Una biografía a partir de una narración que no habla del lector, pero que éste la torsiona hacia sí, para hacerla comenzar a hablar. Marcas de apropiación, que enlazan otra voz, para que encabalgue otro relato, disperso, alternado, elíptico.
El subrayado como género discursivo es la autobiografía a través de otros rastros, un despertar en la ajenidad para tornarla familiar. El despertar del texto por el abrir de ojos, la actualización de una obra que produce otro obrar, la de la mano que sostiene con líneas aquello que produce un resonar palpitante, casi amenazante, descubridor del alma que transita la superficie textual.
“Lo que está callado en la página vigila tanto como lo que habla, o todavía más”, dice Cristófalo. El lector hace hablar al texto, para que el texto también hable de él. Diálogo textual, diálogo vital. Suspensión de al temporalidad cronológica, del espacio social. Inauguración del tiempo leído, fundación de un espacio interior, extensión invisible.
Vayan de aquí para arriba entonces, los subrayados que me supieron constituir en lector, en lento viviente de una vida propia lejana y próxima, cotidiana y desconocida, la que canta, la que se espanta.
Fragmentos, nuevas totalidades incompletas, los libros se tornan en obras amadas que mutan en formas sensitivas propias de cada lector. Marcas de amor. Rúbricas de lector. Un mundo fuera del tiempo, un mundo absoluto, como todo lo que amamos con pasión: sensibilidad sensitiva, sensibilidad inteligible. El lector al subrayar funda otro discurrir, con líneas discontinuas, discretas, descosidas de la matriz linguística del escritor.
El subrayado es un trabajo artesanal revelador del espíritu del leyente, del vidente de sí en el espíritu de la obra, vidente del espíritu de aquellas criaturas inexistentes, que se materializan en los ojos del lector, ojos que insuflan vida, presencia, a través de esas líneas emanadas, trazos de un camino que susurra un sendero sutil, continuo y abrupto a la vez. Un sendero de apropiación, un sendero en el que se dejan huellas, donde se hace reconocible la presencia de un testigo.
Quien subraya busca y se busca. El lector busca arrancarle voces a ese desconocido que se le presenta y que lo habita, lector que blande su mano marcando lo que sus ojos iluminan en el papel pero también en su interior, produciendo un texto espiritual. Una biografía a partir de una narración que no habla del lector, pero que éste la torsiona hacia sí, para hacerla comenzar a hablar. Marcas de apropiación, que enlazan otra voz, para que encabalgue otro relato, disperso, alternado, elíptico.
El subrayado como género discursivo es la autobiografía a través de otros rastros, un despertar en la ajenidad para tornarla familiar. El despertar del texto por el abrir de ojos, la actualización de una obra que produce otro obrar, la de la mano que sostiene con líneas aquello que produce un resonar palpitante, casi amenazante, descubridor del alma que transita la superficie textual.
“Lo que está callado en la página vigila tanto como lo que habla, o todavía más”, dice Cristófalo. El lector hace hablar al texto, para que el texto también hable de él. Diálogo textual, diálogo vital. Suspensión de al temporalidad cronológica, del espacio social. Inauguración del tiempo leído, fundación de un espacio interior, extensión invisible.
Vayan de aquí para arriba entonces, los subrayados que me supieron constituir en lector, en lento viviente de una vida propia lejana y próxima, cotidiana y desconocida, la que canta, la que se espanta.
domingo, 20 de mayo de 2007
Tiempo muerto ( XII )
Paciente: ¡licenciado! ¡licenciado!
Analista: sí, aquí estoy, detrás de usted, digamé...
Paciente: ¡licenciado, me caigo por los agujeros de las letras!
Analista: (...) se cae por los agujeros de las letras... ¿cómo sería eso?
Paciente: ¡me caigo, doctor, me caigo, ¿soy clara? Me caigo, hay espacios en todo lo que hablo, entonces me caigo, me dá vértigo y ahí voy, cayendo, me traslado hacia otros espacios donde siento cosas distintas, ahí como que me veo acá, pero desde allá, ahí me río muchísimo de lo que soy...!
Analista: le solicito que disminuya el volumen de su voz...
Paciente: ¡ahí los nombres tienen otros significados, me llaman de manera diferente, me manosean, me escarban, me meten los dedos, me miran lascivamente, me quieren tocar los senos, me arrebatan, me sacan los órganos, trafican con ellos, me venden a un desarmadero de personas...!
Analista: le insisto, Dora, nos pueden estar escuchando de los otros consultorios... seguramente nos están escuchando de los otros consultorios.
Paciente: ¡son agujeros que me chupan, licenciado, me arrancan la lengua, son inmensidades que me cercan, que me arrebatan las murmuraciones, me quitan la comida, es más, me la sacan de la boca, y me meten cosas desconocidas, cosas que ignoro qué son, me dicen “tranquila, tranquila que es alimento”, me sacan la voluntad, licenciado, y así todo el tiempo, me ponen, me sacan, me ponen, me sacan...!
Analista: cómo decirle Dora, su voz retumba en las paredes...
Paciente: ¡me acorralan, me vigilan, me llaman para que las nombre, letra por letra, para que las llame como ellas quieren, me dicen “ahora nos cambiamos el nombre, así que desde ahora llamános así”... no puedo más licenciado, las letras me constituyen, me constituyen, las letras me constituyen!
Analista: ¡pero cortála loca de mierda, te estoy diciendo que te callés, cómo hay que decírte las cosas, carajo, al final me sacás de quicio, dejame de joder, ché!
Paciente: ah, no licenciado, así usted no me ayuda, acá la alterada soy yo ¿está claro?
Analista: sí, aquí estoy, detrás de usted, digamé...
Paciente: ¡licenciado, me caigo por los agujeros de las letras!
Analista: (...) se cae por los agujeros de las letras... ¿cómo sería eso?
Paciente: ¡me caigo, doctor, me caigo, ¿soy clara? Me caigo, hay espacios en todo lo que hablo, entonces me caigo, me dá vértigo y ahí voy, cayendo, me traslado hacia otros espacios donde siento cosas distintas, ahí como que me veo acá, pero desde allá, ahí me río muchísimo de lo que soy...!
Analista: le solicito que disminuya el volumen de su voz...
Paciente: ¡ahí los nombres tienen otros significados, me llaman de manera diferente, me manosean, me escarban, me meten los dedos, me miran lascivamente, me quieren tocar los senos, me arrebatan, me sacan los órganos, trafican con ellos, me venden a un desarmadero de personas...!
Analista: le insisto, Dora, nos pueden estar escuchando de los otros consultorios... seguramente nos están escuchando de los otros consultorios.
Paciente: ¡son agujeros que me chupan, licenciado, me arrancan la lengua, son inmensidades que me cercan, que me arrebatan las murmuraciones, me quitan la comida, es más, me la sacan de la boca, y me meten cosas desconocidas, cosas que ignoro qué son, me dicen “tranquila, tranquila que es alimento”, me sacan la voluntad, licenciado, y así todo el tiempo, me ponen, me sacan, me ponen, me sacan...!
Analista: cómo decirle Dora, su voz retumba en las paredes...
Paciente: ¡me acorralan, me vigilan, me llaman para que las nombre, letra por letra, para que las llame como ellas quieren, me dicen “ahora nos cambiamos el nombre, así que desde ahora llamános así”... no puedo más licenciado, las letras me constituyen, me constituyen, las letras me constituyen!
Analista: ¡pero cortála loca de mierda, te estoy diciendo que te callés, cómo hay que decírte las cosas, carajo, al final me sacás de quicio, dejame de joder, ché!
Paciente: ah, no licenciado, así usted no me ayuda, acá la alterada soy yo ¿está claro?
Tiempo muerto ( XI )
Paciente: sniff.. oh!... sigh... ¡búuuu!
Psicoanalista: ¿qué le pasa Sabatella, por qué llora ahora?
Paciente: ¡búuuu! Por... por lo mis...por lo mismo, doctor... ¡búuuu!
Psicoanalista: ¿qué es “por lo mismo”, Sabatella? Díga qué es “por lo mismo...”
Paciente: ¡búuuu! Por lo... por lo mismo es ella, doctor, es... ella.
Psicoanalista: Ella tiene nombre. Ella es una mujer que tiene nombre. Nombrelá, Sabatella, ¡nombrelá!
Paciente: ¡0h! sigh... no me pida eso, doctor. Es... ella, ya sabemos...
Psicoanalista: Sabatella, no empecemos otra vez, le estoy indicando que la nombre, le dije que terapéuticamente debe nombrarla. ¿A ver? Diga conmigo: Pa... Pa...
Paciente: ¡búuuu! Eh... ¡tricia! Pa... tricia...Patricia. Yastá, se lo dije doctor...
Psicoanalista: Bien, Sabatella, bien. Pero recuerde que no me lo está diciendo a mí. ¿A quién se lo está diciendo, Sabatella?
Paciente: ¿a ella, a Patricia?
Psicoanalista: ¿Cómo a ella? Bueno, mire Sabatella, dejeló así, mejor cuentemé por qué llora a Patricia, mejor...
Paciente: Sí, doctor, es que sufro por ella... siento un gran dolor, un límite de dolor... me estoy muriendo de tanto amor, tengo mis manos vacìas, mi corazón destrozado, estoy en una condición atrapante... sed, sed, eso es lo que siento, necesidad de beber de su boca, cómo sufro por ella, doctor, ¡cómo! No puedo parar de pensar en cuando estábamos juntos... yo era tan feliz viviendo en su casa, ella se iba a trabajar y yo limpiaba, ordenaba la casa, y la esperaba con la comida... ¡qué tiempos aquellos! Me sentía tan bien, la llamaba a la inmobiliaria, a veces estaba muy ocupada y no me podía atender, me decía que después me llamaba y yo me quedaba esperando, esperando... ¡búuuu! Oh! ... Una vez... una vez estaba con el plumero, y tocaron el timbre... ¿sabe quién era? El ex – novio, que le venía a regalar un osito... yo se lo recibí con cara de pocos amigos. Ay, doctor, como me duele, cómo me falta ella, doctor...
Psicoanalista: ¿se puede sufrir tanto por una mujer?
Paciente: Bueno, Borges decía que le dolía una mujer en todo el cuerpo...
Psicoanalista: ¡Pero Borges, Sabatella, estamos hablando de Borges!
Psicoanalista: ¿qué le pasa Sabatella, por qué llora ahora?
Paciente: ¡búuuu! Por... por lo mis...por lo mismo, doctor... ¡búuuu!
Psicoanalista: ¿qué es “por lo mismo”, Sabatella? Díga qué es “por lo mismo...”
Paciente: ¡búuuu! Por lo... por lo mismo es ella, doctor, es... ella.
Psicoanalista: Ella tiene nombre. Ella es una mujer que tiene nombre. Nombrelá, Sabatella, ¡nombrelá!
Paciente: ¡0h! sigh... no me pida eso, doctor. Es... ella, ya sabemos...
Psicoanalista: Sabatella, no empecemos otra vez, le estoy indicando que la nombre, le dije que terapéuticamente debe nombrarla. ¿A ver? Diga conmigo: Pa... Pa...
Paciente: ¡búuuu! Eh... ¡tricia! Pa... tricia...Patricia. Yastá, se lo dije doctor...
Psicoanalista: Bien, Sabatella, bien. Pero recuerde que no me lo está diciendo a mí. ¿A quién se lo está diciendo, Sabatella?
Paciente: ¿a ella, a Patricia?
Psicoanalista: ¿Cómo a ella? Bueno, mire Sabatella, dejeló así, mejor cuentemé por qué llora a Patricia, mejor...
Paciente: Sí, doctor, es que sufro por ella... siento un gran dolor, un límite de dolor... me estoy muriendo de tanto amor, tengo mis manos vacìas, mi corazón destrozado, estoy en una condición atrapante... sed, sed, eso es lo que siento, necesidad de beber de su boca, cómo sufro por ella, doctor, ¡cómo! No puedo parar de pensar en cuando estábamos juntos... yo era tan feliz viviendo en su casa, ella se iba a trabajar y yo limpiaba, ordenaba la casa, y la esperaba con la comida... ¡qué tiempos aquellos! Me sentía tan bien, la llamaba a la inmobiliaria, a veces estaba muy ocupada y no me podía atender, me decía que después me llamaba y yo me quedaba esperando, esperando... ¡búuuu! Oh! ... Una vez... una vez estaba con el plumero, y tocaron el timbre... ¿sabe quién era? El ex – novio, que le venía a regalar un osito... yo se lo recibí con cara de pocos amigos. Ay, doctor, como me duele, cómo me falta ella, doctor...
Psicoanalista: ¿se puede sufrir tanto por una mujer?
Paciente: Bueno, Borges decía que le dolía una mujer en todo el cuerpo...
Psicoanalista: ¡Pero Borges, Sabatella, estamos hablando de Borges!
jueves, 17 de mayo de 2007
Tiempo muerto ( X )
Paciente: ay, licenciado, usté no me va a creer lo que le voy a contar...
Psicoanalista: un profesional nunca debe perder su capacidad de asombro, Alicia...
Paciente: ah... bueno... resulta, ay, que Esteban me abandonó. ¡Me a-ban-do-nó!
Psicoanalista: ¡¡¡no!!! Bueno, bueno... ¡pero esto no estaba en mis cálculos! Aunque pensándolo bien...
Paciente: ay, licenciado, en los míos tampoco... yo creía que la nuestra era una relación promisoria... siempre me lo recalcaba... y yo ya había hecho tantos planes... justo le iba a dar la sorpresa de que había sacado un crédito personal para comprar cosas para nuestro futuro hogar...
Psicoanalista: mmm... eso, una relación promisoria... usted cuando me habló de Esteban me dijo que él le había avisado que la de ustedes era una relación promisoria, ¿no?
Paciente: ay, licenciado, yo creía lo mismo que usté, por eso me hice tantas ilusiones, le hice tantos regalos, le dejé que me haga todo lo que él me pedía...
Psicoanalista: ¿y entonces, si le avisó que era una relación promisoria, por qué lo abandonó?
Paciente: ay, licenciado, eso mismo yo le pregunté, ¿vió? Le dije “cuchi-cuchi vos me dijistes que lo nuestro era promisorio...” ¿y sabe licenciado lo que me dijo?
Psicoanalista: ...bueno, dígamelo...
Paciente: ay, licenciado, me dijo “pero no sorda de mierda, siempre lo que te decía era que la nuestra era una relación provisoria, pro.vi-so-ria".
Psicoanalista: un profesional nunca debe perder su capacidad de asombro, Alicia...
Paciente: ah... bueno... resulta, ay, que Esteban me abandonó. ¡Me a-ban-do-nó!
Psicoanalista: ¡¡¡no!!! Bueno, bueno... ¡pero esto no estaba en mis cálculos! Aunque pensándolo bien...
Paciente: ay, licenciado, en los míos tampoco... yo creía que la nuestra era una relación promisoria... siempre me lo recalcaba... y yo ya había hecho tantos planes... justo le iba a dar la sorpresa de que había sacado un crédito personal para comprar cosas para nuestro futuro hogar...
Psicoanalista: mmm... eso, una relación promisoria... usted cuando me habló de Esteban me dijo que él le había avisado que la de ustedes era una relación promisoria, ¿no?
Paciente: ay, licenciado, yo creía lo mismo que usté, por eso me hice tantas ilusiones, le hice tantos regalos, le dejé que me haga todo lo que él me pedía...
Psicoanalista: ¿y entonces, si le avisó que era una relación promisoria, por qué lo abandonó?
Paciente: ay, licenciado, eso mismo yo le pregunté, ¿vió? Le dije “cuchi-cuchi vos me dijistes que lo nuestro era promisorio...” ¿y sabe licenciado lo que me dijo?
Psicoanalista: ...bueno, dígamelo...
Paciente: ay, licenciado, me dijo “pero no sorda de mierda, siempre lo que te decía era que la nuestra era una relación provisoria, pro.vi-so-ria".
Tiempo muerto ( IX )
Paciente: Lo que me pasa doctor, es que cada vez que vengo a verlo a usté caigo en lo mismo, quiero ocultarme de las palabras, porque siento que son censoras, que me alteran o que están alteradas, no sé... Quiero no verlas doctor, es como que veo las palabras que me salen de la boca, y veo venir a las otras, las que me llegan de los que me hablan... ¿vió?
Analista: hm...
Paciente: claro, eso, siento que me tragan, que son invasoras, como telepáticas, ya empiezo a sentir que me empiezan a rebotar en la cabeza hasta que hacen fuerza y salen, como que huyen de mi boca... pero me pasa que las espero, doctor, las espero... No sé... ¡las odio! Son imperiales, están atiborradas de cosas, ¿nó? sé que hablan pero que se callan un montón de cosas... ¡eso es terrible! ¡es inaudito, es inaudito! Qué sucias, son, qué desarticuladas, ¿nó, doctor, nó?
Analista: hm... hm...
Paciente: exacto, exacto... no hay que guardarlas, porque... porque... son robadoras de nuestro silencio, que tanto nos cuesta conseguir, nos dirigen, doctor, son directrices, son marcadoras, nos tuercen, nos desvían... ¡qué prepotentes! No quiero quererlas, doctor, son vividoras, me hacen que hable, se muestran a través mío, doctor, ¡me usan! Se me agregan, ¿vió? me hacen que abra la boca, lo único que quieren es ver la luz, y las que me vienen lo único que quieren es hundirse en la oscuridad, y no paran hasta que no llegan a mi cerebro, doctor, ¡¿qué hago yo, qué hago?!
Analista: hm... hm... hm... nada, no haga nada... ya lo dijo... eh... era... buéh, la cosa es que el lenguaje es una pesadilla de la que no podremos despertar. Nunca jamás.
Paciente: hm...
Analista: hm...
Paciente: ...
Analista: ...
Analista: hm...
Paciente: claro, eso, siento que me tragan, que son invasoras, como telepáticas, ya empiezo a sentir que me empiezan a rebotar en la cabeza hasta que hacen fuerza y salen, como que huyen de mi boca... pero me pasa que las espero, doctor, las espero... No sé... ¡las odio! Son imperiales, están atiborradas de cosas, ¿nó? sé que hablan pero que se callan un montón de cosas... ¡eso es terrible! ¡es inaudito, es inaudito! Qué sucias, son, qué desarticuladas, ¿nó, doctor, nó?
Analista: hm... hm...
Paciente: exacto, exacto... no hay que guardarlas, porque... porque... son robadoras de nuestro silencio, que tanto nos cuesta conseguir, nos dirigen, doctor, son directrices, son marcadoras, nos tuercen, nos desvían... ¡qué prepotentes! No quiero quererlas, doctor, son vividoras, me hacen que hable, se muestran a través mío, doctor, ¡me usan! Se me agregan, ¿vió? me hacen que abra la boca, lo único que quieren es ver la luz, y las que me vienen lo único que quieren es hundirse en la oscuridad, y no paran hasta que no llegan a mi cerebro, doctor, ¡¿qué hago yo, qué hago?!
Analista: hm... hm... hm... nada, no haga nada... ya lo dijo... eh... era... buéh, la cosa es que el lenguaje es una pesadilla de la que no podremos despertar. Nunca jamás.
Paciente: hm...
Analista: hm...
Paciente: ...
Analista: ...
sábado, 12 de mayo de 2007
Tiempo muerto ( VIII )
Paciente: ...así es, doctor, finalmente Elena me abandonó otra vez...
Psicoanalista: ¿pero usted no hizo lo que yo le aconsejé? ¿no le dijo?
Paciente: sí, por supuesto que sí, le dije que hasta que no comprendiésemos que discutir no nos llevaba a nada, que comunicarse era comprender lo que el otro quiere decir y no lo que yo quiero escuchar, que hasta que eso no pasara, no iba a haber un entendimiento entre nosotros... así le dije.
Psicoanalista: ¿cómo un pelotudo? ¿y eso dónde me deja a mí? ¡pero qué violenta! y entonces qué pasó? ¿y ella más le dijo? ¿le dijo algo?
Paciente: no, nada, que hasta cuándo iba a repetir como un pelotudo lo que me decía usted... y agarró y se levantó y se fue dando un portazo justo después que la cartera se escurrió por la puerta como siguiéndola rauda a ella, como iracunda y ofendida también ella conmigo...
Psicoanalista: ¿qué le pasa, por qué habla así?
Paciente: no, es que estoy escribiendo un poema por la ruptura, “tu nuevo adiós” le puse...
Psicoanalista: ay, Signorelli, qué pretenderá arreglar con sus poemitas... en fin.. digamé ¿acaso no intentó detenerla, gritarle, que se yó, no sé, decirle algo?
Paciente: es que en realidad, doctor, descubrí una cosa que me llevó a provocar la pelea... no sólo ésta, sino las anteriores... le cuento: cuando se enoja, cuando me grita y sacude los brazos, ¡me enloquece! Y cuando me apunta con el dedo y lo sacude... ¡ay, cómo me pone! Y sobretodo, doctor, sobretodo, cuando se va pegando un portazo, doctor, ahí sí, eso me mata, ¡me mata!
Psicoanalista: ¿ y por qué lo mata, seré curioso?
Paciente: es que cuando pasa eso, doctor, ... cuando se va... ¡qué manera tiene de irse!
Psicoanalista: ¿pero usted no hizo lo que yo le aconsejé? ¿no le dijo?
Paciente: sí, por supuesto que sí, le dije que hasta que no comprendiésemos que discutir no nos llevaba a nada, que comunicarse era comprender lo que el otro quiere decir y no lo que yo quiero escuchar, que hasta que eso no pasara, no iba a haber un entendimiento entre nosotros... así le dije.
Psicoanalista: ¿cómo un pelotudo? ¿y eso dónde me deja a mí? ¡pero qué violenta! y entonces qué pasó? ¿y ella más le dijo? ¿le dijo algo?
Paciente: no, nada, que hasta cuándo iba a repetir como un pelotudo lo que me decía usted... y agarró y se levantó y se fue dando un portazo justo después que la cartera se escurrió por la puerta como siguiéndola rauda a ella, como iracunda y ofendida también ella conmigo...
Psicoanalista: ¿qué le pasa, por qué habla así?
Paciente: no, es que estoy escribiendo un poema por la ruptura, “tu nuevo adiós” le puse...
Psicoanalista: ay, Signorelli, qué pretenderá arreglar con sus poemitas... en fin.. digamé ¿acaso no intentó detenerla, gritarle, que se yó, no sé, decirle algo?
Paciente: es que en realidad, doctor, descubrí una cosa que me llevó a provocar la pelea... no sólo ésta, sino las anteriores... le cuento: cuando se enoja, cuando me grita y sacude los brazos, ¡me enloquece! Y cuando me apunta con el dedo y lo sacude... ¡ay, cómo me pone! Y sobretodo, doctor, sobretodo, cuando se va pegando un portazo, doctor, ahí sí, eso me mata, ¡me mata!
Psicoanalista: ¿ y por qué lo mata, seré curioso?
Paciente: es que cuando pasa eso, doctor, ... cuando se va... ¡qué manera tiene de irse!
Tiempo muerto ( VII )
Psicoanalista:
a ver, Zelaya, hábleme de sus fantasmas...
Paciente:
sí doctor, cómo no: el jinete sin cabeza, el hada patricia, las pruebas-sorpresa de séptimo grado, pinocho, killing, peter pan, la bruja cachavacha, el genio negro de la lámpara, el mago houdini, la hechicera, el cuco, los critters, la vecina del quinto que no usaba corpiño, el aprendiz de brujo, lita de lazzari, el hombre de la bolsa, la mujer maravilla, el hombre de plástico, la penitencia de que no puedo comer dulce de leche, la sirenita, el cíclope, el duende maligno, la boca de medusa, el grano de adentro de la nariz de mi tía Alcira, patora, el hombre que volvió de la muerte, la oración antes de comer, los gnomos de los jardines de Burzaco, el borracho de Pavón y Treinta y tres orientales, luisa delfino, los fomentos, el enmascarado, william boo, los gigantes, la jueza servini de cubría, las nebulizaciones, chucky, la gitana roba-niños que siempre me la cruzaba en Colombres, aquaman, cruela de vil, el acertijo, la señorita hilda, el ángel exterminador, chichita de erquiaga, la oscuridad, el chico mogólico de enfrente, hidra, el hombre lobo, mr. spock, isabelita, el jefe de preceptores, los mutantes del pantano, esperar la llegada del nuevo año en la iglesia, maría julia y gatúbela. Esos son todos lo fantasmas que me atormentan, doctor.
Psicoanalista:
¿esos son todos, Zelaya? ¡pero cómo! ¿y mi mam... digo, su mamá?
a ver, Zelaya, hábleme de sus fantasmas...
Paciente:
sí doctor, cómo no: el jinete sin cabeza, el hada patricia, las pruebas-sorpresa de séptimo grado, pinocho, killing, peter pan, la bruja cachavacha, el genio negro de la lámpara, el mago houdini, la hechicera, el cuco, los critters, la vecina del quinto que no usaba corpiño, el aprendiz de brujo, lita de lazzari, el hombre de la bolsa, la mujer maravilla, el hombre de plástico, la penitencia de que no puedo comer dulce de leche, la sirenita, el cíclope, el duende maligno, la boca de medusa, el grano de adentro de la nariz de mi tía Alcira, patora, el hombre que volvió de la muerte, la oración antes de comer, los gnomos de los jardines de Burzaco, el borracho de Pavón y Treinta y tres orientales, luisa delfino, los fomentos, el enmascarado, william boo, los gigantes, la jueza servini de cubría, las nebulizaciones, chucky, la gitana roba-niños que siempre me la cruzaba en Colombres, aquaman, cruela de vil, el acertijo, la señorita hilda, el ángel exterminador, chichita de erquiaga, la oscuridad, el chico mogólico de enfrente, hidra, el hombre lobo, mr. spock, isabelita, el jefe de preceptores, los mutantes del pantano, esperar la llegada del nuevo año en la iglesia, maría julia y gatúbela. Esos son todos lo fantasmas que me atormentan, doctor.
Psicoanalista:
¿esos son todos, Zelaya? ¡pero cómo! ¿y mi mam... digo, su mamá?
Tiempo muerto ( VI )
Paciente:
Estuve pensando mucho, doctor y finalmente creo que la tesis sería: o no hay nada o hay algo; si hay algo, entonces existe una distancia. Ahora bien: todo “algo” es una distancia vectorial, por decirlo así, y por lo tanto nos indica una dirección -del hacer, del percibir, del ingerir, del desear- , ¿no es cierto? En la medida en que posee esta vectorialidad esencial, algo existe de diferentes modos. Ese algo se da, por lo tanto, se hace presente, adquiere una presencia, ¿ mm ?. En la presencia total, ese algo se identifica como la presencia misma, quiero decir: existe enteramente en la presencia, es la presencia... es la presencia ¿me va siguiendo...? En la presencia total no hay algo, no hay Objeto. No hay distancia entre el Objeto y su ser en la presencia. La presencia total es aquello de lo cual nada puede decirse ni experimentarse, ¡nada! Asi que se torna Objeto cuando la presencia se hace parcial, es decir, cuando ya no es una sola cosa con la presencia, sino que existe precisamente como distanciada de ella, ¿verdad? Bueno, la presencia parcial es algo que se anuncia en la presencia, sin ser la presencia, sin ser en la presencia... ¡qué notable, doctor! Y creo, doctor, que el único modo de que un Objeto pueda permanecer en la presencia sin ser la presencia, la única experiencia posible de una presencia parcial... es la del signo. ¡Es la del signo, no hay otra, doctor! Un signo es un anuncio. El Objeto parcial es un anuncio del Objeto total. Por eso, doctor, mi mujer es un signo, porque con mi mujer tengo distancia, distancia cada vez mayor, y creo que está por anunciarme que me abandona... me trata como a un objeto, ¿me entiende cuál es mi realidad, doctor?
Psicoanalista:
Mi realidad es que no le entiendo tres carajos.
Estuve pensando mucho, doctor y finalmente creo que la tesis sería: o no hay nada o hay algo; si hay algo, entonces existe una distancia. Ahora bien: todo “algo” es una distancia vectorial, por decirlo así, y por lo tanto nos indica una dirección -del hacer, del percibir, del ingerir, del desear- , ¿no es cierto? En la medida en que posee esta vectorialidad esencial, algo existe de diferentes modos. Ese algo se da, por lo tanto, se hace presente, adquiere una presencia, ¿ mm ?. En la presencia total, ese algo se identifica como la presencia misma, quiero decir: existe enteramente en la presencia, es la presencia... es la presencia ¿me va siguiendo...? En la presencia total no hay algo, no hay Objeto. No hay distancia entre el Objeto y su ser en la presencia. La presencia total es aquello de lo cual nada puede decirse ni experimentarse, ¡nada! Asi que se torna Objeto cuando la presencia se hace parcial, es decir, cuando ya no es una sola cosa con la presencia, sino que existe precisamente como distanciada de ella, ¿verdad? Bueno, la presencia parcial es algo que se anuncia en la presencia, sin ser la presencia, sin ser en la presencia... ¡qué notable, doctor! Y creo, doctor, que el único modo de que un Objeto pueda permanecer en la presencia sin ser la presencia, la única experiencia posible de una presencia parcial... es la del signo. ¡Es la del signo, no hay otra, doctor! Un signo es un anuncio. El Objeto parcial es un anuncio del Objeto total. Por eso, doctor, mi mujer es un signo, porque con mi mujer tengo distancia, distancia cada vez mayor, y creo que está por anunciarme que me abandona... me trata como a un objeto, ¿me entiende cuál es mi realidad, doctor?
Psicoanalista:
Mi realidad es que no le entiendo tres carajos.
jueves, 10 de mayo de 2007
Tiempo muerto ( V )
Paciente:
Estoy sumida en una profunda angustia, doctor. Héctor, el hombre del que le hablé el martes, me dejó un mensaje en el contestador donde me pide que le conceda un tiempo para pensar en lo nuestro. Pero resulta que tiene mi colección completa de compact-disc de música clásica con todos los fascículos que yo coleccioné todos estos meses... Aníbal me hizo lo mismo, y todavía no recuperé mis obras completas de Borges... Federico nunca me devolvió mis tomos de Grandes Pintores Universales, y ese muchacho de yoga al que invité a cenar, estoy casi segura que es el que me robó la Nikkon... estoy exhausta doctor, los hombres representan para mí una pérdida constante...si, ya sé: sé lo que simboliza la pérdida constante, ya lo hablamos; pero yo vuelvo a cometer el mismo error, y las cosas que más quiero me las despojan, siento que todo lo valioso mío, los hombres me lo sacan... no sé... me viene a la memoria el dibujo que le traje a usted, para que me lo interpretara, ése que hice a los seis años, donde estoy mirando para arriba con las manos extendidas, como pidiendo algo, o dando algo, como usted acotó brillantemente... ese dibujo es lo único que pude rescatar que tiene un valor para mí... a propósito, ¿cuándo me lo va a devolver, doctor?
Psicoanalista:
¿Qué dibujo? Usted nunca me dió ningún dibujo, che.
Estoy sumida en una profunda angustia, doctor. Héctor, el hombre del que le hablé el martes, me dejó un mensaje en el contestador donde me pide que le conceda un tiempo para pensar en lo nuestro. Pero resulta que tiene mi colección completa de compact-disc de música clásica con todos los fascículos que yo coleccioné todos estos meses... Aníbal me hizo lo mismo, y todavía no recuperé mis obras completas de Borges... Federico nunca me devolvió mis tomos de Grandes Pintores Universales, y ese muchacho de yoga al que invité a cenar, estoy casi segura que es el que me robó la Nikkon... estoy exhausta doctor, los hombres representan para mí una pérdida constante...si, ya sé: sé lo que simboliza la pérdida constante, ya lo hablamos; pero yo vuelvo a cometer el mismo error, y las cosas que más quiero me las despojan, siento que todo lo valioso mío, los hombres me lo sacan... no sé... me viene a la memoria el dibujo que le traje a usted, para que me lo interpretara, ése que hice a los seis años, donde estoy mirando para arriba con las manos extendidas, como pidiendo algo, o dando algo, como usted acotó brillantemente... ese dibujo es lo único que pude rescatar que tiene un valor para mí... a propósito, ¿cuándo me lo va a devolver, doctor?
Psicoanalista:
¿Qué dibujo? Usted nunca me dió ningún dibujo, che.
Tiempo muerto ( IV )
Paciente:
- Algo falla en mí. No puede ser. Intento comunicarme pero no puedo. ¿Por qué hay algo que no se puede decir con palabras?
¿Por qué hay escenas terribles que se me repiten en la vida? No es invento mío ¿eh? Personas que no se conocen entre ellas terminan diciéndome las mismas cosas...
Entonces soy yo, doctor, no hay nada que hacerle, ¡soy yo! ¿Es que me da miedo crecer, acaso? ¿Será que estoy pidiendo a mi padre que me de permiso para ser un hombre? ¿Habrá algo en mí que me impide ser yo? ¿Cuántas veces voy a tener que presenciar las mismas cosas? Ya sé cómo va a terminar todo, ¡pero no lo puedo parar! ¿Qué querrá decir que no lo puedo parar?
Son muchas preguntas, doctor, y yo necesito respuestas...¡me entiende?¡yo necesito respuestas!
Psicoanalista:
- Es que usted se formula mal las preguntas, y por supuesto, no puede alcanzar las respuestas...
Paciente:
- Ah, claaaro, eso se dice muy fácil ahí sentado... ¿y cuál sería una buena pregunta, a ver?
Psicoanalista:
- Ésa...
Paciente:
- Ahhh, esa... pero ¿y entonces cuál sería una buena respuesta?
Psicoanalista:
- Ésta.
- Algo falla en mí. No puede ser. Intento comunicarme pero no puedo. ¿Por qué hay algo que no se puede decir con palabras?
¿Por qué hay escenas terribles que se me repiten en la vida? No es invento mío ¿eh? Personas que no se conocen entre ellas terminan diciéndome las mismas cosas...
Entonces soy yo, doctor, no hay nada que hacerle, ¡soy yo! ¿Es que me da miedo crecer, acaso? ¿Será que estoy pidiendo a mi padre que me de permiso para ser un hombre? ¿Habrá algo en mí que me impide ser yo? ¿Cuántas veces voy a tener que presenciar las mismas cosas? Ya sé cómo va a terminar todo, ¡pero no lo puedo parar! ¿Qué querrá decir que no lo puedo parar?
Son muchas preguntas, doctor, y yo necesito respuestas...¡me entiende?¡yo necesito respuestas!
Psicoanalista:
- Es que usted se formula mal las preguntas, y por supuesto, no puede alcanzar las respuestas...
Paciente:
- Ah, claaaro, eso se dice muy fácil ahí sentado... ¿y cuál sería una buena pregunta, a ver?
Psicoanalista:
- Ésa...
Paciente:
- Ahhh, esa... pero ¿y entonces cuál sería una buena respuesta?
Psicoanalista:
- Ésta.
Tiempo muerto ( III )
paciente:
- No puedo dejar de soñar con María. Ya sé lo que hablamos: es mi ex-mujer y pertenece al pasado. Mi presente es Dora. Yo no le digo que no, Dora es mi mujer actual, yo la quiero muchísimo y de verdad se lo digo, con ella encontré la tranquilidad que buscaba, sé que representa un equilibrio en mi personalidad fóbica como usted la llama, era lo que me convenía y le agradezco que me lo haya hecho entender, por eso me casé con ella... ¿no?
Ella me da muchas cosas, sí... pero me pasa que me despierto y resulta que soñé con María ¡otra vez!: que la busco por todas partes, que logro encontrarla, pero ella me desprecia o me deja esperando, siempre rodeada por otros hombres... siempre sueño lo mismo. Mi vida despierto es con Dora, pero mi vida dormido es con María. Y así estoy, entre María y Dora, entre Dora y María....yo no sé, doctor, estoy desesperado, cuando estoy con Dora casi ni me acuerdo de María, pero de repente ¡páfate! se me aparece. Y no sé si me está mirando Dora o María. Cuando me despierto siento que estuve con ella y la miro a Dora y no sé quién es, o quien soy yo...
Me atormenta, esto me atormenta, estoy con Dora, con María, con una, sin la otra, con las dos o con ninguna... yo no sé, realmente, estoy en una situación terrible... ¿me explico? ¿me entiende lo que me pasa?
psicoanalista:
- Entiendo que usted se encuentra en una situación mariadora...
- No puedo dejar de soñar con María. Ya sé lo que hablamos: es mi ex-mujer y pertenece al pasado. Mi presente es Dora. Yo no le digo que no, Dora es mi mujer actual, yo la quiero muchísimo y de verdad se lo digo, con ella encontré la tranquilidad que buscaba, sé que representa un equilibrio en mi personalidad fóbica como usted la llama, era lo que me convenía y le agradezco que me lo haya hecho entender, por eso me casé con ella... ¿no?
Ella me da muchas cosas, sí... pero me pasa que me despierto y resulta que soñé con María ¡otra vez!: que la busco por todas partes, que logro encontrarla, pero ella me desprecia o me deja esperando, siempre rodeada por otros hombres... siempre sueño lo mismo. Mi vida despierto es con Dora, pero mi vida dormido es con María. Y así estoy, entre María y Dora, entre Dora y María....yo no sé, doctor, estoy desesperado, cuando estoy con Dora casi ni me acuerdo de María, pero de repente ¡páfate! se me aparece. Y no sé si me está mirando Dora o María. Cuando me despierto siento que estuve con ella y la miro a Dora y no sé quién es, o quien soy yo...
Me atormenta, esto me atormenta, estoy con Dora, con María, con una, sin la otra, con las dos o con ninguna... yo no sé, realmente, estoy en una situación terrible... ¿me explico? ¿me entiende lo que me pasa?
psicoanalista:
- Entiendo que usted se encuentra en una situación mariadora...
lunes, 7 de mayo de 2007
Tiempo muerto ( II )
Paciente:
- Lo que yo no entiendo doctor, es por qué, si yo me levantaba a la mañana contenta, me hacía mi mate de leche, corría las cortinas del pasillo con ese ruido tan lindo que hacían las cuerdas con el toldo, regaba las plantas, hablaba con mis gatos, y mientras salía el tarado de Mauro Viale por la tele, yo comía tostadas mientras caminaba por toda mi casa, que era inmensa, y cantaba, cantaba... y veía el sol que llegaba a la ventana, y escuchaba las tórtolas y veía a mi gato que las quería cazar saltando en el alféizar de la ventana, y mientras tomaba mate hablaba por teléfono, o colgaba la ropa y al mediodía me llamaba mi marido, y después venían mis alumnos, y cuando empezaba a caer la tarde me ponía a pensar qué iba a hacer de cena, entonces bajaba e iba al supermercado, y pasaba por el kiosco y me compraba una “Punto y Ganchillo”, e hinchaba las pelotas, y después llegaba mi marido del trabajo, y me abrazaba, y yo lo abrazaba a él, mientras me preguntaba cómo había estado, qué lío habían hecho los gatitos... y después mientras cenábamos mirábamos a Gasalla... ay, doctor... yo me doy cuenta que tenía mi casa, mis plantas, mis gatos, mi marido, yo tenía todo doctor, si yo era feliz... entonces ¿por qué me separé?, ¿por qué doctor, si yo tenía todo lo que quería, por qué me separé?
Psicoanalista:
Por eso. Por eso mismo.
- Lo que yo no entiendo doctor, es por qué, si yo me levantaba a la mañana contenta, me hacía mi mate de leche, corría las cortinas del pasillo con ese ruido tan lindo que hacían las cuerdas con el toldo, regaba las plantas, hablaba con mis gatos, y mientras salía el tarado de Mauro Viale por la tele, yo comía tostadas mientras caminaba por toda mi casa, que era inmensa, y cantaba, cantaba... y veía el sol que llegaba a la ventana, y escuchaba las tórtolas y veía a mi gato que las quería cazar saltando en el alféizar de la ventana, y mientras tomaba mate hablaba por teléfono, o colgaba la ropa y al mediodía me llamaba mi marido, y después venían mis alumnos, y cuando empezaba a caer la tarde me ponía a pensar qué iba a hacer de cena, entonces bajaba e iba al supermercado, y pasaba por el kiosco y me compraba una “Punto y Ganchillo”, e hinchaba las pelotas, y después llegaba mi marido del trabajo, y me abrazaba, y yo lo abrazaba a él, mientras me preguntaba cómo había estado, qué lío habían hecho los gatitos... y después mientras cenábamos mirábamos a Gasalla... ay, doctor... yo me doy cuenta que tenía mi casa, mis plantas, mis gatos, mi marido, yo tenía todo doctor, si yo era feliz... entonces ¿por qué me separé?, ¿por qué doctor, si yo tenía todo lo que quería, por qué me separé?
Psicoanalista:
Por eso. Por eso mismo.
Tiempo muerto ( I )
paciente:
- Doctor, resulta que soñé que estaba como en un púlpito, o algo así, pero no era una iglesia, yo le hablaba a alguien que me escuchaba pero que yo no veía, y le decía toda una cosa...y hablaba, a veces despacio, pero a veces como que me encolerizaba... en eso me desperté y como todavía me acordaba de lo que hablaba, lo escribí. Traje el papelito, se lo voy a leer ¿está bien?
psicoanalista:
- ...
paciente:
- bueno, yo se lo leo... “ lo que fue que hace reverencias, un presente que una vez fue cierto...un sentido se muda y el futuro que está siendo... soy un payaso de mi pasado...lo que aún no ha tenido lugar se nombra, espero y sueño que hablo otra lengua para no entenderme a mí mismo, por si hablo... por si sueño algo prohibido para no denunciarme... duelo, velo por lo no nacido, lo no llegado...que en su aparecer perecerá... toda espera perecerá... todo dolor perecerá...lo nuevo me desconoce, su luz construye otro paisaje...”
psicoanalista:
-mmm.....
Paciente:
- ¿por qué será que me pasa esto que está escrito acá?
psicoanalista:
- (...) ... (...) ahá. Bueno, bueno, dejamos acá, seguimos el jueves.
- Doctor, resulta que soñé que estaba como en un púlpito, o algo así, pero no era una iglesia, yo le hablaba a alguien que me escuchaba pero que yo no veía, y le decía toda una cosa...y hablaba, a veces despacio, pero a veces como que me encolerizaba... en eso me desperté y como todavía me acordaba de lo que hablaba, lo escribí. Traje el papelito, se lo voy a leer ¿está bien?
psicoanalista:
- ...
paciente:
- bueno, yo se lo leo... “ lo que fue que hace reverencias, un presente que una vez fue cierto...un sentido se muda y el futuro que está siendo... soy un payaso de mi pasado...lo que aún no ha tenido lugar se nombra, espero y sueño que hablo otra lengua para no entenderme a mí mismo, por si hablo... por si sueño algo prohibido para no denunciarme... duelo, velo por lo no nacido, lo no llegado...que en su aparecer perecerá... toda espera perecerá... todo dolor perecerá...lo nuevo me desconoce, su luz construye otro paisaje...”
psicoanalista:
-mmm.....
Paciente:
- ¿por qué será que me pasa esto que está escrito acá?
psicoanalista:
- (...) ... (...) ahá. Bueno, bueno, dejamos acá, seguimos el jueves.
En derredor a los Tiempos Muertos
La noción de imaginario social aparece como explicativa a la hora de caracterizar un marco de época. Es el filósofo Castoriadis quien nos dice que se trata de una noción que da a la funcionalidad de cada sistema institucional, su orientación específica, que sobredetermina las elecciones de los sujetos y las conexiones de las redes simbólicas, que son creaciones de cada época histórica, y que modelan una manera singular de vivir, de ver y hacer la propia existencia de las personas, su mundo y sus propias relaciones con otros y consigo mismas. El imaginario entonces, es un estructurante originario, un significado-significante central, fuente de lo que se da cada vez como sentido indiscutible e indiscutido, soporte de las articulaciones y de las distinciones de lo que importa y de lo que no importa, origen del exceso de ser de los objetos de nuestra vida práctica, afectiva e intelectual, de los objetos individuales y colectivos que nos instituyen.
Violentando este concepto, podemos decir que en el gris imaginario porteño, ese magma hecho de ironía, individualismo, dulce de leche, pose cínica y superada, avivada, fúlbo (que no es el deporte nacional , sino el truco (la mentira con cartas) y la estafa, el negociado con papeles), codicia y especulación, desprecio, vacaciones, cancherismo de barrio, carne al asador, entre otros ingredientes, también se cuece el psicoanálisis, porque los porteños tenemos todo lo que tiene que tener un winner, pero, lamentablemente también un inconciente, al que, claro, hay que domesticar, porque molesta (sobretodo a la noche). En el frenesí por hacer platita –vivimos en la Reina del Plata- por hacer “argento” –vivimos en la Argentina, donde el dinero es un fin y no un medio- no hay lugar para la angustia y la soledad. Eso es para los loosers, los que caen en la melancolía o peor, en depresión, cosas tan improductivas, che. Así es que llegamos a nuestro mecánico del bocho para que lo afine y desempaste las bujías, no sea cosa que desentone con nuestro automóvil (el que tenemos o el que ambicionamos tener) soporte identitario por excelencia. Claro, el psicoanálisis pasa a ser así un componente más de la industria cultural, y si se demora, entonces nos vamos a las neo-terapias fast-food. Es que el deseo nos juega malas pasadas: la sexualidad nos desboca (nos hace irnos de boca) así que es mejor convertirla en funcional y racional al servicio de nuestras (creemos que lo son) ambiciones.
O quizás el psicoanálisis pueda ser otra cosa. Pueda, con buena ventura, advenir en un espacio de resistencia, una escena para pensar, para construir un sentido en esta vida de vorágines sin sentido. Quizás haya un sujeto de pensamiento allí donde afirme que algo es posible cuando se asume una declaración de imposibilidad. Que en esa escena, en esa temporalidad, algo sea dicho, que emerja una palabra plena, aunque sólo sea un fragmento del decir (de quien habla, de quien dice lo que escucha en ese hablar), un instante que ponga en juego la totalidad de nuestra vida, resignificándola hacia el pasado y hacia el futuro. Hay una diferencia entre pensar a esta escena como cuestionadora de nuestra vida y de la cultura en la que vivimos, a pensarla como una técnica auxiliar destinada a mejorar nuestra conducta para alcanzar la eficacia en nuestra “carrera de la vida” (el currículum vitae).
Pienso en lo que dice el escritor Eliot: “No cesaremos de explorar, y el fin de nuestra exploración será llegar donde empezamos, y por primera vez, conocer el lugar”. ¿Será posible que eso suceda? ¿Estaremos a tiempo aún, antes de que sigamos pavimentándonos con cemento neurótico? Quizás hayamos perdido ese formidable optimismo que hizo decir a alguien como Hegel, que nuestro tiempo es un tiempo de nacimiento y de tránsito a un nuevo período. Un tiempo de tomar conciencia plena de lo que se está viviendo. Un tiempo dentro de otro tiempo -la temporalidad del psicoanálisis- donde se rompa con el mundo de la propia existencia y el mundo de ideas vigentes allá afuera y acá adentro de cada uno, para entrar en un trance, el del sujeto entregado al trabajo de su transformación.
La escena que funda el psicoanálisis fractura la relación temporal entre pasado y presente, e instaura la relación del Antes con el Ahora, una relación –dice el filósofo Benjamin hablando de la narración- que es dialéctica: no es de naturaleza temporal, sino figurativa, es pensar como movimiento configurador, como hacedor de formas, y también como una forma de vivir la propia existencia. No es algo que se desarrolla, sino una imagen de brusca discontinuidad. Las imágenes dialécticas no son imágenes que reflejen un “real”, el lugar donde las encontramos es en el lenguaje viviente.
Un pensar como figura política, como movimiento subjetivo,que produce un efecto de amor (“sustancia explosiva”, dice Freud): identificación y deseo de poseer el objeto amoroso. Narcisismo herido por el sólo hecho de vivir, que busca su cura, que busca ser escuchado, atendido, cuidado. Un efecto amoroso, con su lógica propia, como en la creación estética. El amor y la belleza, dos perfiles que conforman un mismo rostro, una misma conmoción hecha de dolor y de placer, provocando una condición de posibilidad para el sentir, para el pensar. Eros, como fuerza, pulsión de vida y Psique, el alma para los griegos. En la escena analítica, un amor sucede: es el amor transferencial, que permite transferir lo olvidado y los afectos congelados en el tiempo “real” para desencapsular lo oscuro y ponerlo a la luz. Mirar lo temido, pensar la angustia. Pensar la propia vida como un hecho estético, con el propósito de embellecerla. Un pensar artístico sobre sí, un hacer de la vida propia una obra de arte.
El trabajo dentro de la temporalidad analítica es el trabajo de desgarradura de lo existente, de lo instituido, para buscar o añorar lo indeterminado de algo desconocido, en una temporalidad que es mensajera de que algo nuevo quizás se aproxime: uno mismo. Se trata de pensar en otra temporalidad, salirse del cronómetro para entrar en otra lógica, una lógica “muerta” para la producción capitalista, para el entretenimiento distractivo. Entrar entonces en “tiempo muerto” para el amo, un tiempo separado del suceder cíclico del reloj, pero viviente, trepidante para quien quiere hacer otra cosa que lustrar sus grilletes.
Siguen entonces, de aquí para arriba, los tiempos muertos, escenas del Antes, escenas del Ahora...
Violentando este concepto, podemos decir que en el gris imaginario porteño, ese magma hecho de ironía, individualismo, dulce de leche, pose cínica y superada, avivada, fúlbo (que no es el deporte nacional , sino el truco (la mentira con cartas) y la estafa, el negociado con papeles), codicia y especulación, desprecio, vacaciones, cancherismo de barrio, carne al asador, entre otros ingredientes, también se cuece el psicoanálisis, porque los porteños tenemos todo lo que tiene que tener un winner, pero, lamentablemente también un inconciente, al que, claro, hay que domesticar, porque molesta (sobretodo a la noche). En el frenesí por hacer platita –vivimos en la Reina del Plata- por hacer “argento” –vivimos en la Argentina, donde el dinero es un fin y no un medio- no hay lugar para la angustia y la soledad. Eso es para los loosers, los que caen en la melancolía o peor, en depresión, cosas tan improductivas, che. Así es que llegamos a nuestro mecánico del bocho para que lo afine y desempaste las bujías, no sea cosa que desentone con nuestro automóvil (el que tenemos o el que ambicionamos tener) soporte identitario por excelencia. Claro, el psicoanálisis pasa a ser así un componente más de la industria cultural, y si se demora, entonces nos vamos a las neo-terapias fast-food. Es que el deseo nos juega malas pasadas: la sexualidad nos desboca (nos hace irnos de boca) así que es mejor convertirla en funcional y racional al servicio de nuestras (creemos que lo son) ambiciones.
O quizás el psicoanálisis pueda ser otra cosa. Pueda, con buena ventura, advenir en un espacio de resistencia, una escena para pensar, para construir un sentido en esta vida de vorágines sin sentido. Quizás haya un sujeto de pensamiento allí donde afirme que algo es posible cuando se asume una declaración de imposibilidad. Que en esa escena, en esa temporalidad, algo sea dicho, que emerja una palabra plena, aunque sólo sea un fragmento del decir (de quien habla, de quien dice lo que escucha en ese hablar), un instante que ponga en juego la totalidad de nuestra vida, resignificándola hacia el pasado y hacia el futuro. Hay una diferencia entre pensar a esta escena como cuestionadora de nuestra vida y de la cultura en la que vivimos, a pensarla como una técnica auxiliar destinada a mejorar nuestra conducta para alcanzar la eficacia en nuestra “carrera de la vida” (el currículum vitae).
Pienso en lo que dice el escritor Eliot: “No cesaremos de explorar, y el fin de nuestra exploración será llegar donde empezamos, y por primera vez, conocer el lugar”. ¿Será posible que eso suceda? ¿Estaremos a tiempo aún, antes de que sigamos pavimentándonos con cemento neurótico? Quizás hayamos perdido ese formidable optimismo que hizo decir a alguien como Hegel, que nuestro tiempo es un tiempo de nacimiento y de tránsito a un nuevo período. Un tiempo de tomar conciencia plena de lo que se está viviendo. Un tiempo dentro de otro tiempo -la temporalidad del psicoanálisis- donde se rompa con el mundo de la propia existencia y el mundo de ideas vigentes allá afuera y acá adentro de cada uno, para entrar en un trance, el del sujeto entregado al trabajo de su transformación.
La escena que funda el psicoanálisis fractura la relación temporal entre pasado y presente, e instaura la relación del Antes con el Ahora, una relación –dice el filósofo Benjamin hablando de la narración- que es dialéctica: no es de naturaleza temporal, sino figurativa, es pensar como movimiento configurador, como hacedor de formas, y también como una forma de vivir la propia existencia. No es algo que se desarrolla, sino una imagen de brusca discontinuidad. Las imágenes dialécticas no son imágenes que reflejen un “real”, el lugar donde las encontramos es en el lenguaje viviente.
Un pensar como figura política, como movimiento subjetivo,que produce un efecto de amor (“sustancia explosiva”, dice Freud): identificación y deseo de poseer el objeto amoroso. Narcisismo herido por el sólo hecho de vivir, que busca su cura, que busca ser escuchado, atendido, cuidado. Un efecto amoroso, con su lógica propia, como en la creación estética. El amor y la belleza, dos perfiles que conforman un mismo rostro, una misma conmoción hecha de dolor y de placer, provocando una condición de posibilidad para el sentir, para el pensar. Eros, como fuerza, pulsión de vida y Psique, el alma para los griegos. En la escena analítica, un amor sucede: es el amor transferencial, que permite transferir lo olvidado y los afectos congelados en el tiempo “real” para desencapsular lo oscuro y ponerlo a la luz. Mirar lo temido, pensar la angustia. Pensar la propia vida como un hecho estético, con el propósito de embellecerla. Un pensar artístico sobre sí, un hacer de la vida propia una obra de arte.
El trabajo dentro de la temporalidad analítica es el trabajo de desgarradura de lo existente, de lo instituido, para buscar o añorar lo indeterminado de algo desconocido, en una temporalidad que es mensajera de que algo nuevo quizás se aproxime: uno mismo. Se trata de pensar en otra temporalidad, salirse del cronómetro para entrar en otra lógica, una lógica “muerta” para la producción capitalista, para el entretenimiento distractivo. Entrar entonces en “tiempo muerto” para el amo, un tiempo separado del suceder cíclico del reloj, pero viviente, trepidante para quien quiere hacer otra cosa que lustrar sus grilletes.
Siguen entonces, de aquí para arriba, los tiempos muertos, escenas del Antes, escenas del Ahora...
domingo, 6 de mayo de 2007
"Despojos" 9
"Despojos pinamarenses"
el periódico que muestra sin asco la otra cara
del Encuentro Bucal “coros en el bosque”
año 1 número 9
EDITORIAL DE DESPEDIDA
Finalmente, nuestras playas, calles, senderos y hoteles, ya se encuentran desinfectados de invertidos que disfrazados de coralistas asolaron nuestros pinares. Triste saldo han dejado los degenerados: nuevos invertidos se han sumado a sus filas, enlodando aún mas al movimiento bucal argentino. Esperamos que en 2007 las hordas desaforadas elijan otras aguas, otras arenas, otras sábanas, para efectuar sus bajezas. Si así no fuera o fuese, nuestro periodico alli estará para combatir y denunciar a LOS TUNANTES Y MEQUETREFES QUE SALPIQUEN Y MANCHEN AL PINAR.
Hasta mas vernos, pinamarenses.
¡ viva el pinar de rocha !
¡ Valentía y patriotismo ¡
¡ Salud y heroícidad !
¡ Del tuyú y simbad el marino !
FALSA KLEINE ELFE (PEQUEÑA NINFA) ENGAÑA A
DIRECTOR DE TALLERY ÉSTE LE CEDE SU PUESTO
SEDUCIDO POR PROMESAS DE FELLATIO
Conmoción y bemoles en establecimiento educativo del pinar
Pinamar. Télam (eto) por Horacio Verguiti, nuestro periodista apostado en el lugar.
Nuevamente hubo de cometer tropelías y desmanes una contralto del lamentable grupúsculo calante “Alde Roce”, haciéndose pasar esta vez por una ninfa del lago, aprovechando su algo escasa estatura. El domingo próximo pasado en horas de la tardecita, ya en las postrimerías de un taller coralista que flaco favor le hizo a su antecesor de 2006, encontrábase un afamado maestro de coro escrutando a las coristas presentes, cuando la citada floja de cascos comenzó a seducirlo, cantándole una canción impartida en ese espacio como estudio y perfeccionamiento denominada “Vasija de Barro”. Violentando la poesía y sacando de contexto uno de sus versos, la susodicha le susurró al oído del maestro bucal: “yo quiero que me la entierren como a mis antepasados”. Hábil de entendederas, más débil de cremalleras, el afamado de inmediato le ofreció su cetro y trono para que ella tomase las riendas del mencionado taller. Sin ética y sin estética, la pequeña bucalista quedóse tiesa sobre un banquito cual ekeko de los andes. Rescatada por un esbelto tenor colega bucalista de tan incómoda situación, la malviviente procedió a mezclarse entre los faunos potoriqueños y dióse a la fuga, no sin antes reincidir en el robo de las dentaduras de la rama femenina del grupúsculo calante.
TENOR DE DESCONOCIDA DINASTIA DENUNCIA
HECHOS POSTREROS AL VIL ENCUENTRO
Temblorosa y trepidante conmoción en resort Bora-Bora
Pinamar. Télam (eto) por Horacio Verguiti, nuestro periodista apostado en el lugar.
Un integrante de rango dinástico ignoto llamado Oscar II , alias Johann Tenorio, de un grupúsculo que ya no vale la pena ni mencionar, hizo llegar a nuestras oficinas “cumpliendo con su deber de denuncia” un hecho postrero acaecido en la ya mencionada casa de retiro estival. Relata este caballero que “una conspicua contralto de costumbres libidinosas (como la de ofrecer fellatios en público) y una conspicua soprano ex-habitante de la habitación conocida popularmente como "Puerto Pollensa" (nótese la encendida verba de este espontáneo cronista) llevaron a cabo un último y lamentable hecho escandaloso que trajo inquietud en el Centro de Mediciones Sísmicas Costero (CENDEMEDISISCOS) y por efecto mariposa también a la Mezquita Cuidadora de Temblores Orientales (MEZCUIDETEMOR), debido a que una conspicua soprano conocida como “Dulcinea”, al quedar en brazos de Morfeo “según propias declaraciones, ronca como una locomotora" algo que sacó de sus casillas (ya que duerme en casilleros) a su colega, que tuvo “que abstenerse de conciliar el sueño, ensordecida por tal estrépito”, según J.Tenorio. Parece que ya desvelada, la plebella intentó vanamente realizar robos y fellatios por las inmediaciones. Lamentable es para el movimiento bucal argentino, que las bellas melodías que éste profiere aún en pocos conciertos a lo largo y ancho de nuestra República, queden ensordecidas por estos estertores intimidantes de una de sus integrantes. Contradicciones de un movimiento en crisis.
BREVES
Azoradas mucamas encontraron inscripciones en los lechos matrimoniales de barítono greco-romano y tenor de diapasón diminuto y de sopranos también invertidas. En el primero de los camastros podía leerse “aquí ardieron “Cremita” y “Violeta”. En tanto que las oriundas de Lesbos escribieron “aquí vibraron “Sandra” y “Celeste”. Más turbadas que otras veces, las mencionadas mucamas procedieron a borrar sendas obsenidades, no sin antes santiguarse a Santa Cecilia.
Muy orondos pudieron observarse a ciertos integrantes de “Alde Roce” engullir desaforadamente cordero al asador en señorial parrilla “Me pasé un poquito” enclavada en la ruta 63, km. 1 (7100) en la Dolores de nuestra querida provincia de Buenos Aires, República Argentina. Comensales aún atemorizados relataron que la contralto allí presente, aduciendo ser conocedora de costumbres de la baja península itálica, profirió sendos eructos que dejaron perplejos y boquiabiertos a los presentes.
¡ Ultimo momento !
CORRESPONSAL DE LA GRAN DEMOCRACIA DEL NORTE
VITUPERA Y MANCILLA A ENHIESTO APOSTADO LOCAL
Estupor de peso y alta conmoción en oficinas de nuestra redacción
Pinamar. Télam (eto) por Horacio Verguiti, nuestro periodista apostado en el lugar.
Como todos los años, las valientes denuncias de nuestro hombre apostado, despiertan arteros ataques por los intolerantes de siempre. Tal es el caso de Marcela Carolina Callazo, vocera del Imperio que intenta vanamente denostar la hombría del honorable Horacio Verguiti. Con toneladas de falsos argumentos no se tapará la luz de la verdad que irradian los puños del inquebrantable Verguiti. Desmentimos con énfasis que este bienpensante escriba no pertenezca a la agencia que funciona junto a “Despojos pinamarenses”. Verguti no es un “pinamarense psicópata cuya patología principal se trataría de una rareza pocas veces vista: al entrar en contacto con la arena de la playa se convertiría en un sexópata acosador, afecto a detectar mujeres bellas e intentar secuestrar a las sílfides en cuestión hacia lo profundo de las aguas”, como afirma Callazo. Sabido es que las mujeres entran a las aguas por propia voluntad cuando reconocen a Verguiti como un miembro destacado de nuestra comunidad. Tampoco es verdad que nuestro apostado se esconda tras la identidad de un tenor del disonante grupúsculo “Alde Roce”, que –esto es verdad- tiene bellísimos cantos y es un gran miembro de dicha agrupación.
¡Ríndete Marcela Carolina Callazo y tendrás un uício ústo!
el periódico que muestra sin asco la otra cara
del Encuentro Bucal “coros en el bosque”
año 1 número 9
EDITORIAL DE DESPEDIDA
Finalmente, nuestras playas, calles, senderos y hoteles, ya se encuentran desinfectados de invertidos que disfrazados de coralistas asolaron nuestros pinares. Triste saldo han dejado los degenerados: nuevos invertidos se han sumado a sus filas, enlodando aún mas al movimiento bucal argentino. Esperamos que en 2007 las hordas desaforadas elijan otras aguas, otras arenas, otras sábanas, para efectuar sus bajezas. Si así no fuera o fuese, nuestro periodico alli estará para combatir y denunciar a LOS TUNANTES Y MEQUETREFES QUE SALPIQUEN Y MANCHEN AL PINAR.
Hasta mas vernos, pinamarenses.
¡ viva el pinar de rocha !
¡ Valentía y patriotismo ¡
¡ Salud y heroícidad !
¡ Del tuyú y simbad el marino !
FALSA KLEINE ELFE (PEQUEÑA NINFA) ENGAÑA A
DIRECTOR DE TALLERY ÉSTE LE CEDE SU PUESTO
SEDUCIDO POR PROMESAS DE FELLATIO
Conmoción y bemoles en establecimiento educativo del pinar
Pinamar. Télam (eto) por Horacio Verguiti, nuestro periodista apostado en el lugar.
Nuevamente hubo de cometer tropelías y desmanes una contralto del lamentable grupúsculo calante “Alde Roce”, haciéndose pasar esta vez por una ninfa del lago, aprovechando su algo escasa estatura. El domingo próximo pasado en horas de la tardecita, ya en las postrimerías de un taller coralista que flaco favor le hizo a su antecesor de 2006, encontrábase un afamado maestro de coro escrutando a las coristas presentes, cuando la citada floja de cascos comenzó a seducirlo, cantándole una canción impartida en ese espacio como estudio y perfeccionamiento denominada “Vasija de Barro”. Violentando la poesía y sacando de contexto uno de sus versos, la susodicha le susurró al oído del maestro bucal: “yo quiero que me la entierren como a mis antepasados”. Hábil de entendederas, más débil de cremalleras, el afamado de inmediato le ofreció su cetro y trono para que ella tomase las riendas del mencionado taller. Sin ética y sin estética, la pequeña bucalista quedóse tiesa sobre un banquito cual ekeko de los andes. Rescatada por un esbelto tenor colega bucalista de tan incómoda situación, la malviviente procedió a mezclarse entre los faunos potoriqueños y dióse a la fuga, no sin antes reincidir en el robo de las dentaduras de la rama femenina del grupúsculo calante.
TENOR DE DESCONOCIDA DINASTIA DENUNCIA
HECHOS POSTREROS AL VIL ENCUENTRO
Temblorosa y trepidante conmoción en resort Bora-Bora
Pinamar. Télam (eto) por Horacio Verguiti, nuestro periodista apostado en el lugar.
Un integrante de rango dinástico ignoto llamado Oscar II , alias Johann Tenorio, de un grupúsculo que ya no vale la pena ni mencionar, hizo llegar a nuestras oficinas “cumpliendo con su deber de denuncia” un hecho postrero acaecido en la ya mencionada casa de retiro estival. Relata este caballero que “una conspicua contralto de costumbres libidinosas (como la de ofrecer fellatios en público) y una conspicua soprano ex-habitante de la habitación conocida popularmente como "Puerto Pollensa" (nótese la encendida verba de este espontáneo cronista) llevaron a cabo un último y lamentable hecho escandaloso que trajo inquietud en el Centro de Mediciones Sísmicas Costero (CENDEMEDISISCOS) y por efecto mariposa también a la Mezquita Cuidadora de Temblores Orientales (MEZCUIDETEMOR), debido a que una conspicua soprano conocida como “Dulcinea”, al quedar en brazos de Morfeo “según propias declaraciones, ronca como una locomotora" algo que sacó de sus casillas (ya que duerme en casilleros) a su colega, que tuvo “que abstenerse de conciliar el sueño, ensordecida por tal estrépito”, según J.Tenorio. Parece que ya desvelada, la plebella intentó vanamente realizar robos y fellatios por las inmediaciones. Lamentable es para el movimiento bucal argentino, que las bellas melodías que éste profiere aún en pocos conciertos a lo largo y ancho de nuestra República, queden ensordecidas por estos estertores intimidantes de una de sus integrantes. Contradicciones de un movimiento en crisis.
BREVES
Azoradas mucamas encontraron inscripciones en los lechos matrimoniales de barítono greco-romano y tenor de diapasón diminuto y de sopranos también invertidas. En el primero de los camastros podía leerse “aquí ardieron “Cremita” y “Violeta”. En tanto que las oriundas de Lesbos escribieron “aquí vibraron “Sandra” y “Celeste”. Más turbadas que otras veces, las mencionadas mucamas procedieron a borrar sendas obsenidades, no sin antes santiguarse a Santa Cecilia.
Muy orondos pudieron observarse a ciertos integrantes de “Alde Roce” engullir desaforadamente cordero al asador en señorial parrilla “Me pasé un poquito” enclavada en la ruta 63, km. 1 (7100) en la Dolores de nuestra querida provincia de Buenos Aires, República Argentina. Comensales aún atemorizados relataron que la contralto allí presente, aduciendo ser conocedora de costumbres de la baja península itálica, profirió sendos eructos que dejaron perplejos y boquiabiertos a los presentes.
¡ Ultimo momento !
CORRESPONSAL DE LA GRAN DEMOCRACIA DEL NORTE
VITUPERA Y MANCILLA A ENHIESTO APOSTADO LOCAL
Estupor de peso y alta conmoción en oficinas de nuestra redacción
Pinamar. Télam (eto) por Horacio Verguiti, nuestro periodista apostado en el lugar.
Como todos los años, las valientes denuncias de nuestro hombre apostado, despiertan arteros ataques por los intolerantes de siempre. Tal es el caso de Marcela Carolina Callazo, vocera del Imperio que intenta vanamente denostar la hombría del honorable Horacio Verguiti. Con toneladas de falsos argumentos no se tapará la luz de la verdad que irradian los puños del inquebrantable Verguiti. Desmentimos con énfasis que este bienpensante escriba no pertenezca a la agencia que funciona junto a “Despojos pinamarenses”. Verguti no es un “pinamarense psicópata cuya patología principal se trataría de una rareza pocas veces vista: al entrar en contacto con la arena de la playa se convertiría en un sexópata acosador, afecto a detectar mujeres bellas e intentar secuestrar a las sílfides en cuestión hacia lo profundo de las aguas”, como afirma Callazo. Sabido es que las mujeres entran a las aguas por propia voluntad cuando reconocen a Verguiti como un miembro destacado de nuestra comunidad. Tampoco es verdad que nuestro apostado se esconda tras la identidad de un tenor del disonante grupúsculo “Alde Roce”, que –esto es verdad- tiene bellísimos cantos y es un gran miembro de dicha agrupación.
¡Ríndete Marcela Carolina Callazo y tendrás un uício ústo!
"Despojos" 8
"Despojos pinamarenses"
el periódico que muestra sin asco la otra cara
del Encuentro Bucal “coros en el bosque”
año 1 número 8
INTERCAMBIO ESPUREO DE OBJETOS FALICOS
ENTRE CORALISTAS DE MORAL DEGRADADA
Frutal conmoción en prestigioso engullidero pinarense
Pinamar. Télam (eto) por Horacio Verguiti, nuestro periodista apostado en el lugar.
Una exhibición alevosa que rebozaba de falta de pudor producióse en el último almuerzo registrado en el bistró Pampa Grill, llevado a cabo por el lamentable Encuentro Bucal “Coros en el Bosque”. Como no podía ser ya de otro modo, el grupúsculo “Alde Roce” es el que dió la nota (calada), cuando ya en las culminarias del evento de ingesta, en el paso denominado “postre”, un tenor de pequeño diapasón y una soprano apodada “Dulcinea” comenzaron a elogiarse mutuamente sus respectivos plátanos a la vista de todos los comensales. No sólo fue discursiva la cosa, sino que acto seguido procedieron a intercambiárselos, evocando sin tapujos y desfachatadamente, la escena sexual primaria. El hecho vergonzante fue denunciado por un correcto y medido tenor, miembro muy destacado de dicha desagrupación, quien irguióse de su silla y a viva voz comunicó la obsenidad perpetrada. No hubo día y noche en que este encuentro bucal no pisoteara el poco buen nombre que aún mantiene el movimiento bucal argentino.
CORREO DE LECTORES
Apestoso de Olavarría
Ha llegado a las oficinas de “Despojos pinamerenses” una misiva de un bajo de abdomen prominente integrante del grupúsculo calante “Alde Roce”. Sugestivamente también se encontraron en nuestro buzón sendas cartas de un tal Sigfrid Hannus Rotten y de Federico P. Dorro, defendiendo la supuesta hombría de bien de este sonoro sujeto. El susodicho, G.S. (“Guscago, para los amigos”, escribe) intenta infructuosamente justificar lo injustificable acerca de lo inhumano de sus deposiciones y flatulencias. El muy ordinario nos acusa de estar “manipulando la información con tan mala actitud que hablan de mis parientes del interior con tal ligereza y sin importarle los sentimientos que nos ligan (...) es como que una parte de mí se va con ellos y uno se siente vacío” revelando en estas líneas un patológico vínculo con sus excrementos, producto de una fijación en su desarrollo psicosexual en el período anal-retentivo. La distorsión de la realidad, producto de un aparato psíquico inmaduro (en pacientes graves la mollera se cierra, mas no su psiquis) hace que este maloliente personaje espere que “se hagan públicas sus disculpas a tantas palabras blasfemantes hacia mi persona y la de mi K_que_ro.”. Difícil la vida de una persona que se asemeja más a Palmiro Caballasca o a Guillermo Nimo que a cualquier ciudadano honorable como Santiago Gomez Cou o Antuco Telesca, por ejemplo.
Desfachatada de Núñez
Ha llegado a las oficinas de “Despojos pinamerenses” una misiva con remitente “Olmarita Harff” quien aduce encontrarse ofendida y deseosa de querellar a nuestro apostado. Para colmo de males, la susodicha aduce estar representada por la falsa letrada S.D., una tatuada quien aún no ha presentado los pliegos de su título de “Muy Entendida en Jurisprudencia” que aduce habérsele otorgado en las “Altas Academias Pitman”, afirmando poseer además, una testigo conocida como “Sra. Gárchela Florecí Frutos Gasol”. La remitente llama “sesión de fangoterapia" a las oprobiosas latas de cacas descompuestas que vendió con alevosía a un grupo de coralistas patéticas que se encuentran tratando no terminar como Luisa Delfino. Incluso narra la creciente descomposición de las masas encefálicas de estas desdichadas, a propósito de un triste suceso acaecido en nuestras playas, que por pudor periodístico omitiremos aquí.
el periódico que muestra sin asco la otra cara
del Encuentro Bucal “coros en el bosque”
año 1 número 8
INTERCAMBIO ESPUREO DE OBJETOS FALICOS
ENTRE CORALISTAS DE MORAL DEGRADADA
Frutal conmoción en prestigioso engullidero pinarense
Pinamar. Télam (eto) por Horacio Verguiti, nuestro periodista apostado en el lugar.
Una exhibición alevosa que rebozaba de falta de pudor producióse en el último almuerzo registrado en el bistró Pampa Grill, llevado a cabo por el lamentable Encuentro Bucal “Coros en el Bosque”. Como no podía ser ya de otro modo, el grupúsculo “Alde Roce” es el que dió la nota (calada), cuando ya en las culminarias del evento de ingesta, en el paso denominado “postre”, un tenor de pequeño diapasón y una soprano apodada “Dulcinea” comenzaron a elogiarse mutuamente sus respectivos plátanos a la vista de todos los comensales. No sólo fue discursiva la cosa, sino que acto seguido procedieron a intercambiárselos, evocando sin tapujos y desfachatadamente, la escena sexual primaria. El hecho vergonzante fue denunciado por un correcto y medido tenor, miembro muy destacado de dicha desagrupación, quien irguióse de su silla y a viva voz comunicó la obsenidad perpetrada. No hubo día y noche en que este encuentro bucal no pisoteara el poco buen nombre que aún mantiene el movimiento bucal argentino.
CORREO DE LECTORES
Apestoso de Olavarría
Ha llegado a las oficinas de “Despojos pinamerenses” una misiva de un bajo de abdomen prominente integrante del grupúsculo calante “Alde Roce”. Sugestivamente también se encontraron en nuestro buzón sendas cartas de un tal Sigfrid Hannus Rotten y de Federico P. Dorro, defendiendo la supuesta hombría de bien de este sonoro sujeto. El susodicho, G.S. (“Guscago, para los amigos”, escribe) intenta infructuosamente justificar lo injustificable acerca de lo inhumano de sus deposiciones y flatulencias. El muy ordinario nos acusa de estar “manipulando la información con tan mala actitud que hablan de mis parientes del interior con tal ligereza y sin importarle los sentimientos que nos ligan (...) es como que una parte de mí se va con ellos y uno se siente vacío” revelando en estas líneas un patológico vínculo con sus excrementos, producto de una fijación en su desarrollo psicosexual en el período anal-retentivo. La distorsión de la realidad, producto de un aparato psíquico inmaduro (en pacientes graves la mollera se cierra, mas no su psiquis) hace que este maloliente personaje espere que “se hagan públicas sus disculpas a tantas palabras blasfemantes hacia mi persona y la de mi K_que_ro.”. Difícil la vida de una persona que se asemeja más a Palmiro Caballasca o a Guillermo Nimo que a cualquier ciudadano honorable como Santiago Gomez Cou o Antuco Telesca, por ejemplo.
Desfachatada de Núñez
Ha llegado a las oficinas de “Despojos pinamerenses” una misiva con remitente “Olmarita Harff” quien aduce encontrarse ofendida y deseosa de querellar a nuestro apostado. Para colmo de males, la susodicha aduce estar representada por la falsa letrada S.D., una tatuada quien aún no ha presentado los pliegos de su título de “Muy Entendida en Jurisprudencia” que aduce habérsele otorgado en las “Altas Academias Pitman”, afirmando poseer además, una testigo conocida como “Sra. Gárchela Florecí Frutos Gasol”. La remitente llama “sesión de fangoterapia" a las oprobiosas latas de cacas descompuestas que vendió con alevosía a un grupo de coralistas patéticas que se encuentran tratando no terminar como Luisa Delfino. Incluso narra la creciente descomposición de las masas encefálicas de estas desdichadas, a propósito de un triste suceso acaecido en nuestras playas, que por pudor periodístico omitiremos aquí.
sábado, 5 de mayo de 2007
"Despojos" 7
"Despojos pinamarenses"
el periódico que muestra sin asco la otra cara
del Encuentro Bucal “coros en el bosque”
año 1 número 7
CHOQUE DE CULTURAS REVELA PROFUNDO CISMA
ENTRE ORIENTE Y OCCIDENTE
Pinamar. Télam (eto) por Horacio Verguiti, nuestro periodista apostado en el lugar.
Diferente conmoción en las distinguidas arenas del pinar
Una escena que revela los profundos contrastes culturales existentes entre ambas caras del planeta se suscitó en la mañana del domingo que se fue, entre un integrante del grupúsculo calante “Alde Roce” y una de las esposas de otro coralista de la misma desagrupación. Testigos presenciales relatan que mientras el apolíneo barítono greco-romano paseaba su humanidad a orillas del mar provocando los ayes y carambas de los bañistas de ambos sexos que se encontraban allí retozando, la citada mujer, que profesa una religión varias veces milenaria del medio oriente, recaló su atención en la bijouterie que pendía del cuello del curtido barítono. Inquieta, curiosa e insistente, la extranjera inquirió al cantarín y le espetó: “¿esta medallita es de la fuerza aérea?” Perplejo y atónito, el caballero occidental balbuceó: “No, no... es del Espíritu Santo”. Más ella, enajenada, le repreguntó: “¿lo qué, del caramelo santo? El asemejado a Clark Kent, ano nadado y preso de atribulación, intentó vanamente aclarar la situación: “¿es que no has oído acerca de la Trinidad?”. La afuerina, lo más campante le comunicó: “no, no la juno a la mina esa”. Ya con accesos de espasmo del sollozo por lo que acontecía, el de gola abaritonada procuró tomar distancia mientras musitaba: “perdónala, Señor, pues no sabe lo que hace”. A todo esto, la medioriental ya distraída, danzaba saltando los charcos mientras cantaba el tema principal del film “El violinista en el tejado” alternado con un cántico oriundo del Mar Muerto denominado “Haba naguila haba”. ¿Es que nunca podrán zanjarse las diferencias con el otro? ¿cuándo se parecerán a uno?
SOPRANO ALGO ROLLIZA SE SALVA DE SER VIOLADA
POR ENERGÚMENOS CORALISTAS
AUNQUE PAGANDO UN ALTO PRECIO POR ELLO
Sísmica conmoción en cordón atlántico de República Argentina
Pinamar. Télam (eto) por Horacio Verguiti, nuestro periodista apostado en el lugar.
Un hecho que produjo profunda alarma en la Prefectura de nuestro país y por efecto mariposa en la Marina Mercante de la República de Indonesia, se suscitó una vez más entre las filas del grupúsculo tristemente célebre "Alde Roce". Encontrábase ensimismada una soprano algo rolliza a orillas de la mar argentina, sumida en una melodía por ella producida que decía: “qué lindo que es andar en Mar del Plata, en alpargatas, en alpargatas”, cuando de improviso divisó que cuatro enardecidos coralistas del citado grupúsculo se dirigían desde dentro de la mar hacia donde ella remojaba sus piecesitos. Aunque se encontraban a unos 80 metros de ella, según pudo medir nuestro apostado, ya vociferaban fuera de sí: “vení mamasa, que te damo masa”. La soprano segunda (o tercera según el tema que interprete el citado grupúsculo) previó un trágico desenlace y comenzó a huir hacia playas seguras mientras cantaba a modo de despedida: “reposa aquí Dulcinea, y aunque de carnes rolliza la volvió en polvo y ceniza la muerte espantable y fea”. El derrotero frenético emprendido por la damisela encontróse con las imperfecciones de un terreno para ella hostil: varios pozos que la hicieron rodar estrepitosamente por las embravecidas aguas, mientras la horda de sementales se acercaba peligrosamente. La ligera de golas incorporóse como pudo y retomó su huida, siguiendo con su canto de cisne: “fue de castiza ralea y tuvo asomos de dama”, pero con tal mala fortuna que otro inoportuno hoyo la hizo desistir de su propósito, cayendo nuevamente bajo el nivel del mar. Por alguna razón que aún se desconoce, los primates fueron descendiendo el kilometraje de su loca carrera a medida que la pasionaria caía y caía. Es menester recalcar, por si aún hiciera falta, que “Despojos pinamarenses” no ve con buenos ojos actitudes que como éstas, salpican al ya manchado movimiento bucal argentino.
el periódico que muestra sin asco la otra cara
del Encuentro Bucal “coros en el bosque”
año 1 número 7
CHOQUE DE CULTURAS REVELA PROFUNDO CISMA
ENTRE ORIENTE Y OCCIDENTE
Pinamar. Télam (eto) por Horacio Verguiti, nuestro periodista apostado en el lugar.
Diferente conmoción en las distinguidas arenas del pinar
Una escena que revela los profundos contrastes culturales existentes entre ambas caras del planeta se suscitó en la mañana del domingo que se fue, entre un integrante del grupúsculo calante “Alde Roce” y una de las esposas de otro coralista de la misma desagrupación. Testigos presenciales relatan que mientras el apolíneo barítono greco-romano paseaba su humanidad a orillas del mar provocando los ayes y carambas de los bañistas de ambos sexos que se encontraban allí retozando, la citada mujer, que profesa una religión varias veces milenaria del medio oriente, recaló su atención en la bijouterie que pendía del cuello del curtido barítono. Inquieta, curiosa e insistente, la extranjera inquirió al cantarín y le espetó: “¿esta medallita es de la fuerza aérea?” Perplejo y atónito, el caballero occidental balbuceó: “No, no... es del Espíritu Santo”. Más ella, enajenada, le repreguntó: “¿lo qué, del caramelo santo? El asemejado a Clark Kent, ano nadado y preso de atribulación, intentó vanamente aclarar la situación: “¿es que no has oído acerca de la Trinidad?”. La afuerina, lo más campante le comunicó: “no, no la juno a la mina esa”. Ya con accesos de espasmo del sollozo por lo que acontecía, el de gola abaritonada procuró tomar distancia mientras musitaba: “perdónala, Señor, pues no sabe lo que hace”. A todo esto, la medioriental ya distraída, danzaba saltando los charcos mientras cantaba el tema principal del film “El violinista en el tejado” alternado con un cántico oriundo del Mar Muerto denominado “Haba naguila haba”. ¿Es que nunca podrán zanjarse las diferencias con el otro? ¿cuándo se parecerán a uno?
SOPRANO ALGO ROLLIZA SE SALVA DE SER VIOLADA
POR ENERGÚMENOS CORALISTAS
AUNQUE PAGANDO UN ALTO PRECIO POR ELLO
Sísmica conmoción en cordón atlántico de República Argentina
Pinamar. Télam (eto) por Horacio Verguiti, nuestro periodista apostado en el lugar.
Un hecho que produjo profunda alarma en la Prefectura de nuestro país y por efecto mariposa en la Marina Mercante de la República de Indonesia, se suscitó una vez más entre las filas del grupúsculo tristemente célebre "Alde Roce". Encontrábase ensimismada una soprano algo rolliza a orillas de la mar argentina, sumida en una melodía por ella producida que decía: “qué lindo que es andar en Mar del Plata, en alpargatas, en alpargatas”, cuando de improviso divisó que cuatro enardecidos coralistas del citado grupúsculo se dirigían desde dentro de la mar hacia donde ella remojaba sus piecesitos. Aunque se encontraban a unos 80 metros de ella, según pudo medir nuestro apostado, ya vociferaban fuera de sí: “vení mamasa, que te damo masa”. La soprano segunda (o tercera según el tema que interprete el citado grupúsculo) previó un trágico desenlace y comenzó a huir hacia playas seguras mientras cantaba a modo de despedida: “reposa aquí Dulcinea, y aunque de carnes rolliza la volvió en polvo y ceniza la muerte espantable y fea”. El derrotero frenético emprendido por la damisela encontróse con las imperfecciones de un terreno para ella hostil: varios pozos que la hicieron rodar estrepitosamente por las embravecidas aguas, mientras la horda de sementales se acercaba peligrosamente. La ligera de golas incorporóse como pudo y retomó su huida, siguiendo con su canto de cisne: “fue de castiza ralea y tuvo asomos de dama”, pero con tal mala fortuna que otro inoportuno hoyo la hizo desistir de su propósito, cayendo nuevamente bajo el nivel del mar. Por alguna razón que aún se desconoce, los primates fueron descendiendo el kilometraje de su loca carrera a medida que la pasionaria caía y caía. Es menester recalcar, por si aún hiciera falta, que “Despojos pinamarenses” no ve con buenos ojos actitudes que como éstas, salpican al ya manchado movimiento bucal argentino.
"Despojos" 6
"Despojos pinamarenses"
el periódico que muestra sin asco la otra cara
del Encuentro Bucal “coros en el bosque”
año 1 número 6
PATETICAS CORALISTAS INTENTAN DETENER EL TIEMPO
UNTANDO EN SUS ROSTROS ESTIERCOL Y EXCREMENTOS VARIOS
Barrosa conmoción en jardín de paz Bora-Bora
Pinamar. Télam (eto) por Horacio Verguiti, nuestro periodista apostado en el lugar.
Espeluznante y dantesca escena se produjo en la planta baja del retiro definitivo Bora-Bora cuando un grupúsculo de coralistas, presintiendo la llegada de la luz blanca, procedieron desesperadas a untarse lo que quedaba de sus rostros con estiércol de asno en celo, bosta en gajos de vacas de los pastizales y heces curvilíneas de porcinos de los lodazales, con la ilusoria creencia de que este cochambroso ungüento les produciría un automático rejuvenecimiento. Engañadas vilmente por una contralto desaforada afecta a las fellatios públicas (y púbicas), perteneciente al grupúsculo calante Alde Roce, la artera adujo ser experta naturista y cultivadora de cacas rejuvenecedoras, persuadiendo a estas patéticas mujeres que aguardaron embardurnadas 14 horas que el efecto se produjera. Durante la espera, la fellatiadora se hizo de las joyas, dentaduras y otros objetos de valor de estas lastimosas féminas y huyó con paradero desconocido. Avisadas de que todo se trataba de una farsa ridiculizante, las ancianas rompieron en llanto y dejaron lentamente el lugar en sus respectivas sillas de ruedas.
PACIFICO ESPARCIMIENTO ENTRE CORALISTAS AFEMINADOS
TERMINA EN ESCENA DE PUGILATO
CON HERIDOS, CONTUSOS Y ESGUINSADOS
Imprevista conmoción en las arenas de balneario exclusivo en el pinar
Pinamar. Télam (eto) por Horacio Verguiti, nuestro periodista apostado en el lugar.
En horas mañaneras del tranquilo y soleado domingo próximo pasado, mientras ocasionales turistas intentaban vincularse con el paisaje y alguna que otra esposa de director de coro se fotografiaba a orillas del mar para las revistas de corte adulto “Pechos turgentes” y “Cantos al paso”, tres coralistas de cuerdas masculinas retozaban contemplando la línea del horizonte. No contentos con ello, uno de los mismos, de origen greco-romano, le susurró al oído a otro, un correcto y medido tenor, una idea de resultados cuasi-trágicos: sumergir rápidamente al tercero, un barítono de abdomen prominente, que aprovechando la escasa concurrencia, jugaba a afinar canciones del film “La novicia rebelde” con sus ventosidades. Cuando los dos primeros citados se apersonaron al lugar donde el restante se encontraba, intentaron arrastrarlo hacia la mar argentina con poco éxito, según algunos testigos, y con nada del mismo, según otros. No contentos con ello, comenzaron decididamente a propinarle una serie de golpes bajos en su también bajo vientre y a lanzarle sendas patadas en sus tobillos y costillar, a fin de invitarlo a acercarse a la mar. Ante la resistencia del bajo coralista, emprendieron con mayor énfasis aún, semejante propósito. La escena de pugilato ya se había desatado, y los acontecimientos de precipitaron. Fuera de sí, el coralista de abdomen prominente, en plena resistencia a adentrarse al espejo de agua, tomó de la cintura a un, a esta altura, atribulado tenor y lo arrojó aires arriba con el declarado propósito de alejarlo del lugar. Ya en plena eyección (más no erección), Verguiti pudo observar la trayectoria que el coralista trazó en la atmósfera hasta descender abruptamente en las cercanías de Ostende. Cerca de una creída victoria, el bajo ya citado emprendió una fuga del restante coralista, aunque notando que al mismo tiempo que se alejaba, sus ligamentos iban desprendiéndose de uno en uno, hecho que lo obligó a acostarse de inmediato en las blancas arenas para allí quedarse una breve temporada. Como corolario a este lamentable episodio, no contentos con ello, los tres afeminados realizaron una serie de salutaciones entre sí, no aptas para menores de 21 años, festejando la osadía cometida. No nos cansaremos desde estas páginas de subrayar que actitudes como éstas laceran en lo más hondo al movimiento bucal argentino.
el periódico que muestra sin asco la otra cara
del Encuentro Bucal “coros en el bosque”
año 1 número 6
PATETICAS CORALISTAS INTENTAN DETENER EL TIEMPO
UNTANDO EN SUS ROSTROS ESTIERCOL Y EXCREMENTOS VARIOS
Barrosa conmoción en jardín de paz Bora-Bora
Pinamar. Télam (eto) por Horacio Verguiti, nuestro periodista apostado en el lugar.
Espeluznante y dantesca escena se produjo en la planta baja del retiro definitivo Bora-Bora cuando un grupúsculo de coralistas, presintiendo la llegada de la luz blanca, procedieron desesperadas a untarse lo que quedaba de sus rostros con estiércol de asno en celo, bosta en gajos de vacas de los pastizales y heces curvilíneas de porcinos de los lodazales, con la ilusoria creencia de que este cochambroso ungüento les produciría un automático rejuvenecimiento. Engañadas vilmente por una contralto desaforada afecta a las fellatios públicas (y púbicas), perteneciente al grupúsculo calante Alde Roce, la artera adujo ser experta naturista y cultivadora de cacas rejuvenecedoras, persuadiendo a estas patéticas mujeres que aguardaron embardurnadas 14 horas que el efecto se produjera. Durante la espera, la fellatiadora se hizo de las joyas, dentaduras y otros objetos de valor de estas lastimosas féminas y huyó con paradero desconocido. Avisadas de que todo se trataba de una farsa ridiculizante, las ancianas rompieron en llanto y dejaron lentamente el lugar en sus respectivas sillas de ruedas.
PACIFICO ESPARCIMIENTO ENTRE CORALISTAS AFEMINADOS
TERMINA EN ESCENA DE PUGILATO
CON HERIDOS, CONTUSOS Y ESGUINSADOS
Imprevista conmoción en las arenas de balneario exclusivo en el pinar
Pinamar. Télam (eto) por Horacio Verguiti, nuestro periodista apostado en el lugar.
En horas mañaneras del tranquilo y soleado domingo próximo pasado, mientras ocasionales turistas intentaban vincularse con el paisaje y alguna que otra esposa de director de coro se fotografiaba a orillas del mar para las revistas de corte adulto “Pechos turgentes” y “Cantos al paso”, tres coralistas de cuerdas masculinas retozaban contemplando la línea del horizonte. No contentos con ello, uno de los mismos, de origen greco-romano, le susurró al oído a otro, un correcto y medido tenor, una idea de resultados cuasi-trágicos: sumergir rápidamente al tercero, un barítono de abdomen prominente, que aprovechando la escasa concurrencia, jugaba a afinar canciones del film “La novicia rebelde” con sus ventosidades. Cuando los dos primeros citados se apersonaron al lugar donde el restante se encontraba, intentaron arrastrarlo hacia la mar argentina con poco éxito, según algunos testigos, y con nada del mismo, según otros. No contentos con ello, comenzaron decididamente a propinarle una serie de golpes bajos en su también bajo vientre y a lanzarle sendas patadas en sus tobillos y costillar, a fin de invitarlo a acercarse a la mar. Ante la resistencia del bajo coralista, emprendieron con mayor énfasis aún, semejante propósito. La escena de pugilato ya se había desatado, y los acontecimientos de precipitaron. Fuera de sí, el coralista de abdomen prominente, en plena resistencia a adentrarse al espejo de agua, tomó de la cintura a un, a esta altura, atribulado tenor y lo arrojó aires arriba con el declarado propósito de alejarlo del lugar. Ya en plena eyección (más no erección), Verguiti pudo observar la trayectoria que el coralista trazó en la atmósfera hasta descender abruptamente en las cercanías de Ostende. Cerca de una creída victoria, el bajo ya citado emprendió una fuga del restante coralista, aunque notando que al mismo tiempo que se alejaba, sus ligamentos iban desprendiéndose de uno en uno, hecho que lo obligó a acostarse de inmediato en las blancas arenas para allí quedarse una breve temporada. Como corolario a este lamentable episodio, no contentos con ello, los tres afeminados realizaron una serie de salutaciones entre sí, no aptas para menores de 21 años, festejando la osadía cometida. No nos cansaremos desde estas páginas de subrayar que actitudes como éstas laceran en lo más hondo al movimiento bucal argentino.
martes, 1 de mayo de 2007
"Despojos" 5
"Despojos pinamarenses"
el periódico que muestra sin asco la otra cara
del Encuentro Bucal “coros en el bosque”
año 1 número 5
Fe de erratas
Estimados lectores: en nuestro anterior número hemos omitido la bajada del título
CORALISTAS CARIBEÑOS ACOSAN EN MARCO FESTIVO
A CANDIDO BARITONO SUDAMERICANO
que es la siguiente:
Desasosiego y honda conmoción en maison de cuisine “Pampa Grill”
También donde dice “número 1” debe leerse “número 4”.
Sepan disculpar la falta cometida, y si no lo hacen, dirijanse entonces a higienizar vuestros canales anales. Muchas gracias.
COMISION NACIONAL DE ENERGIA ATOMICA (C.N.E.A.)
RECIBE DENUNCIA DE RESORT BORA-BORA
Pestilente conmoción en el Municipio de la Costa
Pinamar. Télam (eto) por Horacio Verguiti, nuestro periodista apostado en el lugar.
Las 16 compañías de tanques atmosféricos del sector costero de la provincia de Buenos Aires se presentaron el día sábado próximo pasado ante una desesperada denuncia del spa de lujo Bora-Bora y las viviendas aledañas, debido a la presencia de nauseabundas emanaciones que carcomían el oxígeno del lugar. Los técnicos peritos de la C.N.E.A. que se apoltronaron en la citada residencia, pudieron comprobar que se trataba de una serie de repetidas ventosidades proferidas por un bajo coralista de adbomen prominente de un grupúsculo calante denominado Alde Roce. Testigos del lugar relataron a nuestro apostado, que dicho personaje, de una ordinariez notoria, no sólo no se sonrojaba ante tan descompuesto menester, sino que además era festejada como toda una gracia por él. Un barítono de origen greco-romano dijo: “el olor salía por debajo de la puerta de la habitación, inundaba el pasillo del hotel, y no se iba más”. Un tenor con diapasón que le pendía a la altura del bajovientre musitaba con la mirada perdida: “no se puede creer, es una cosa de locos”. Otro bajo de dicho grupúsculo confesó resignado: “ni siquiera yo, yo, que soy un profesional en esto, yo, que hace muchos años que estoy en el metier, yo, puedo lograrlo”. Encarado por Verguiti (en escafandra) el pozo ciego humano dijo: “y que queré móstro, con lo que sirven en pampa grill no vuá tirar chanel numegó cinq” . El evento ha sido nota de color en el periódico ex-soviético “Niña Etrusca Añeja” que equiparó el incidente con el desastre de Chernobyl. Actitudes como éstas, no cansaremos de repetirlo, enlutan cada vez más al movimiento bucal argentino.
COMANDO BUCAL TERRORISTA IRRUMPE
EN PRESENTACIONES DE “COROS EN EL BOSQUE”
Abrupta conmoción en Parroquia Nuestra Señora de la Paz
Pinamar. Télam (eto) por Horacio Verguiti, nuestro periodista apostado en el lugar.
Un comando de encapuchados autodenominados “Basta de Coda” copó el establecimiento del Señor, generando nerviosismo entre el público asistente, aunque luego no. El vocero de los terroristas bucales declaró a “Despojos pinamarenses” que el propósito de “Basta de Coda” fue hacer justicia estética, razón por la cual en medio de la presentación del Orfeón Caribeño repartió entre el auditorio medidores sísmicos, taponcitos para los oídos y analgésicos con bolsitas de agua “para combatir el estrépito reinante”. La acción terrorista también se dirigió a la performance del Coro Colegio del Niño Jesús y Pater, donde se repartieron jabones de mano “porque casi todas las notas salían sucias”, andamios para “apuntalar a los graznadores en sus desafinaciones y calaturas” y un panfleto cuyo título rezaba: “otra razón más para hacerse ateo”. También nuestro apostado presenció el copamiento guerrillero en la presentación del Coro de Vicente López, donde la célula clandestina distribuyó sobrecitos de sal “para que las canciones tengan sabor a algo” y cartillas con el juego de las siete diferencias desafiando al público “a que pueda distinguir un Byrd de un Silvio Rodríguez y un Videla Flores de un negro spiritual”. Los asistentes, que en un principio entraron en pánico, luego salieron de él y efectuaron sendos agradecimientos a los subversivos.
el periódico que muestra sin asco la otra cara
del Encuentro Bucal “coros en el bosque”
año 1 número 5
Fe de erratas
Estimados lectores: en nuestro anterior número hemos omitido la bajada del título
CORALISTAS CARIBEÑOS ACOSAN EN MARCO FESTIVO
A CANDIDO BARITONO SUDAMERICANO
que es la siguiente:
Desasosiego y honda conmoción en maison de cuisine “Pampa Grill”
También donde dice “número 1” debe leerse “número 4”.
Sepan disculpar la falta cometida, y si no lo hacen, dirijanse entonces a higienizar vuestros canales anales. Muchas gracias.
COMISION NACIONAL DE ENERGIA ATOMICA (C.N.E.A.)
RECIBE DENUNCIA DE RESORT BORA-BORA
Pestilente conmoción en el Municipio de la Costa
Pinamar. Télam (eto) por Horacio Verguiti, nuestro periodista apostado en el lugar.
Las 16 compañías de tanques atmosféricos del sector costero de la provincia de Buenos Aires se presentaron el día sábado próximo pasado ante una desesperada denuncia del spa de lujo Bora-Bora y las viviendas aledañas, debido a la presencia de nauseabundas emanaciones que carcomían el oxígeno del lugar. Los técnicos peritos de la C.N.E.A. que se apoltronaron en la citada residencia, pudieron comprobar que se trataba de una serie de repetidas ventosidades proferidas por un bajo coralista de adbomen prominente de un grupúsculo calante denominado Alde Roce. Testigos del lugar relataron a nuestro apostado, que dicho personaje, de una ordinariez notoria, no sólo no se sonrojaba ante tan descompuesto menester, sino que además era festejada como toda una gracia por él. Un barítono de origen greco-romano dijo: “el olor salía por debajo de la puerta de la habitación, inundaba el pasillo del hotel, y no se iba más”. Un tenor con diapasón que le pendía a la altura del bajovientre musitaba con la mirada perdida: “no se puede creer, es una cosa de locos”. Otro bajo de dicho grupúsculo confesó resignado: “ni siquiera yo, yo, que soy un profesional en esto, yo, que hace muchos años que estoy en el metier, yo, puedo lograrlo”. Encarado por Verguiti (en escafandra) el pozo ciego humano dijo: “y que queré móstro, con lo que sirven en pampa grill no vuá tirar chanel numegó cinq” . El evento ha sido nota de color en el periódico ex-soviético “Niña Etrusca Añeja” que equiparó el incidente con el desastre de Chernobyl. Actitudes como éstas, no cansaremos de repetirlo, enlutan cada vez más al movimiento bucal argentino.
COMANDO BUCAL TERRORISTA IRRUMPE
EN PRESENTACIONES DE “COROS EN EL BOSQUE”
Abrupta conmoción en Parroquia Nuestra Señora de la Paz
Pinamar. Télam (eto) por Horacio Verguiti, nuestro periodista apostado en el lugar.
Un comando de encapuchados autodenominados “Basta de Coda” copó el establecimiento del Señor, generando nerviosismo entre el público asistente, aunque luego no. El vocero de los terroristas bucales declaró a “Despojos pinamarenses” que el propósito de “Basta de Coda” fue hacer justicia estética, razón por la cual en medio de la presentación del Orfeón Caribeño repartió entre el auditorio medidores sísmicos, taponcitos para los oídos y analgésicos con bolsitas de agua “para combatir el estrépito reinante”. La acción terrorista también se dirigió a la performance del Coro Colegio del Niño Jesús y Pater, donde se repartieron jabones de mano “porque casi todas las notas salían sucias”, andamios para “apuntalar a los graznadores en sus desafinaciones y calaturas” y un panfleto cuyo título rezaba: “otra razón más para hacerse ateo”. También nuestro apostado presenció el copamiento guerrillero en la presentación del Coro de Vicente López, donde la célula clandestina distribuyó sobrecitos de sal “para que las canciones tengan sabor a algo” y cartillas con el juego de las siete diferencias desafiando al público “a que pueda distinguir un Byrd de un Silvio Rodríguez y un Videla Flores de un negro spiritual”. Los asistentes, que en un principio entraron en pánico, luego salieron de él y efectuaron sendos agradecimientos a los subversivos.
"Despojos" 4
"Despojos pinamarenses"
el periódico que muestra sin asco la otra cara
del Encuentro Bucal “coros en el bosque”
año 1 número 4
Pinamar. Télam (eto) por Horacio Verguiti, nuestro periodista apostado en el lugar.
CORALISTAS CARIBEÑOS ACOSAN EN MARCO FESTIVO
A CANDIDO BARITONO SUDAMERICANO
Una escena sin precedentes en nuestro tradicional bistró pinamarense, especialista en matambre con rusa, se suscitó en horas de la noche durante la desenfrenada fiesta organizada por el vergonzante "Coros en el bosque". Una vez finalizada la exquisita y opípara cena, los garcons del lugar procedieron a retirar algunas mesas del recinto comederil para dar lugar al desenfreno danzante de algunos coralistas, deseosos de refregarse con sus congéneres. Aprovechando la lujuria y la narcotización reinante, un grupo de desviados en celo de origen potoriqueño intentaron montarse en alegría junto con un barítono del grupúsculo Alde Roce, que contamplaba extasiado las contorsiones lascivas de los coralistas desbocados, aunque expectante y con cierto disimulo. Cabe destacar que el porte varonil y greco-romano del citado barítono hizo derretir a más de un coralista, deseoso de amar al prójimo como a sí mismo (una clara actitud onanista, esta última). Declaraciones potoriqueñas efectuadas a nuestro apostado hacían hincapié en la hombría y los bellos cantos del coralista alderocista: "es que con ese look Clark Kent, si lo llevamos a nuestra cama redonda, lograremos que emerja el Superman que lleva adentro", vociferaron a coro, mientras salticaban en el lugar. Otra muestra más del profundo daño que actitudes como éstas provocan al movimiento bucal argentino.
DESENFRENADA CONTRALTO OFRECE FELLATIO PUBLICA
A DESPREVENIDO Y APUESTO TENOR
Repugnancia y honda conmoción en restó Pampa Grill
Pinamar. Télam (eto) por Horacio Verguiti, nuestro periodista apostado en el lugar.
Otra escena inusitada producióse en este distinguido y señorial comedero cuando en el fragor del citado desenfreno fiestil, una contralto algo escasa de estatura, perteneciente al ya citado calante grupúsculo Alde Roce, tomando como excusa el ritmo danzante que imperaba en el lugar en ese momento (una música extranjerizante e incitadora a los bajos instintos denominada rock y roll) intentó en forma infructuosa iniciar una fellatio a su compañero, un distinguido y correcto tenor que intentaba pasar un bonito momento. Tamaña actitud ante tamaño miembro fue llevada a cabo frente a dos centenares de coralistas que, azorados, detuvieron sus danzas y vituperaron a la citada desenfrenada por su baja moral y dudoso don de gentes, aunque alabaron su buen gusto por el tipo de caballero y miembro elegido. La escena no pasó a mayores porque personal de seguridad tomaron a la susodicha por las crines y la retiraron del recinto, mientras ésta vociferaba: "yo soy rebelde porque el mundo me ha hecho así". ¿Hasta cuando los rectos de actitud deberemos tolerar a estas multiorgásmicas personas, que con semejantes conductas renuncian a la poca racionalidad que aún les cabe?
el periódico que muestra sin asco la otra cara
del Encuentro Bucal “coros en el bosque”
año 1 número 4
Pinamar. Télam (eto) por Horacio Verguiti, nuestro periodista apostado en el lugar.
CORALISTAS CARIBEÑOS ACOSAN EN MARCO FESTIVO
A CANDIDO BARITONO SUDAMERICANO
Una escena sin precedentes en nuestro tradicional bistró pinamarense, especialista en matambre con rusa, se suscitó en horas de la noche durante la desenfrenada fiesta organizada por el vergonzante "Coros en el bosque". Una vez finalizada la exquisita y opípara cena, los garcons del lugar procedieron a retirar algunas mesas del recinto comederil para dar lugar al desenfreno danzante de algunos coralistas, deseosos de refregarse con sus congéneres. Aprovechando la lujuria y la narcotización reinante, un grupo de desviados en celo de origen potoriqueño intentaron montarse en alegría junto con un barítono del grupúsculo Alde Roce, que contamplaba extasiado las contorsiones lascivas de los coralistas desbocados, aunque expectante y con cierto disimulo. Cabe destacar que el porte varonil y greco-romano del citado barítono hizo derretir a más de un coralista, deseoso de amar al prójimo como a sí mismo (una clara actitud onanista, esta última). Declaraciones potoriqueñas efectuadas a nuestro apostado hacían hincapié en la hombría y los bellos cantos del coralista alderocista: "es que con ese look Clark Kent, si lo llevamos a nuestra cama redonda, lograremos que emerja el Superman que lleva adentro", vociferaron a coro, mientras salticaban en el lugar. Otra muestra más del profundo daño que actitudes como éstas provocan al movimiento bucal argentino.
DESENFRENADA CONTRALTO OFRECE FELLATIO PUBLICA
A DESPREVENIDO Y APUESTO TENOR
Repugnancia y honda conmoción en restó Pampa Grill
Pinamar. Télam (eto) por Horacio Verguiti, nuestro periodista apostado en el lugar.
Otra escena inusitada producióse en este distinguido y señorial comedero cuando en el fragor del citado desenfreno fiestil, una contralto algo escasa de estatura, perteneciente al ya citado calante grupúsculo Alde Roce, tomando como excusa el ritmo danzante que imperaba en el lugar en ese momento (una música extranjerizante e incitadora a los bajos instintos denominada rock y roll) intentó en forma infructuosa iniciar una fellatio a su compañero, un distinguido y correcto tenor que intentaba pasar un bonito momento. Tamaña actitud ante tamaño miembro fue llevada a cabo frente a dos centenares de coralistas que, azorados, detuvieron sus danzas y vituperaron a la citada desenfrenada por su baja moral y dudoso don de gentes, aunque alabaron su buen gusto por el tipo de caballero y miembro elegido. La escena no pasó a mayores porque personal de seguridad tomaron a la susodicha por las crines y la retiraron del recinto, mientras ésta vociferaba: "yo soy rebelde porque el mundo me ha hecho así". ¿Hasta cuando los rectos de actitud deberemos tolerar a estas multiorgásmicas personas, que con semejantes conductas renuncian a la poca racionalidad que aún les cabe?
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