"Despojos pinamarenses"
el periódico que muestra sin asco la otra cara
del Encuentro Bucal “coros en el bosque”
año 1 número 8
INTERCAMBIO ESPUREO DE OBJETOS FALICOS
ENTRE CORALISTAS DE MORAL DEGRADADA
Frutal conmoción en prestigioso engullidero pinarense
Pinamar. Télam (eto) por Horacio Verguiti, nuestro periodista apostado en el lugar.
Una exhibición alevosa que rebozaba de falta de pudor producióse en el último almuerzo registrado en el bistró Pampa Grill, llevado a cabo por el lamentable Encuentro Bucal “Coros en el Bosque”. Como no podía ser ya de otro modo, el grupúsculo “Alde Roce” es el que dió la nota (calada), cuando ya en las culminarias del evento de ingesta, en el paso denominado “postre”, un tenor de pequeño diapasón y una soprano apodada “Dulcinea” comenzaron a elogiarse mutuamente sus respectivos plátanos a la vista de todos los comensales. No sólo fue discursiva la cosa, sino que acto seguido procedieron a intercambiárselos, evocando sin tapujos y desfachatadamente, la escena sexual primaria. El hecho vergonzante fue denunciado por un correcto y medido tenor, miembro muy destacado de dicha desagrupación, quien irguióse de su silla y a viva voz comunicó la obsenidad perpetrada. No hubo día y noche en que este encuentro bucal no pisoteara el poco buen nombre que aún mantiene el movimiento bucal argentino.
CORREO DE LECTORES
Apestoso de Olavarría
Ha llegado a las oficinas de “Despojos pinamerenses” una misiva de un bajo de abdomen prominente integrante del grupúsculo calante “Alde Roce”. Sugestivamente también se encontraron en nuestro buzón sendas cartas de un tal Sigfrid Hannus Rotten y de Federico P. Dorro, defendiendo la supuesta hombría de bien de este sonoro sujeto. El susodicho, G.S. (“Guscago, para los amigos”, escribe) intenta infructuosamente justificar lo injustificable acerca de lo inhumano de sus deposiciones y flatulencias. El muy ordinario nos acusa de estar “manipulando la información con tan mala actitud que hablan de mis parientes del interior con tal ligereza y sin importarle los sentimientos que nos ligan (...) es como que una parte de mí se va con ellos y uno se siente vacío” revelando en estas líneas un patológico vínculo con sus excrementos, producto de una fijación en su desarrollo psicosexual en el período anal-retentivo. La distorsión de la realidad, producto de un aparato psíquico inmaduro (en pacientes graves la mollera se cierra, mas no su psiquis) hace que este maloliente personaje espere que “se hagan públicas sus disculpas a tantas palabras blasfemantes hacia mi persona y la de mi K_que_ro.”. Difícil la vida de una persona que se asemeja más a Palmiro Caballasca o a Guillermo Nimo que a cualquier ciudadano honorable como Santiago Gomez Cou o Antuco Telesca, por ejemplo.
Desfachatada de Núñez
Ha llegado a las oficinas de “Despojos pinamerenses” una misiva con remitente “Olmarita Harff” quien aduce encontrarse ofendida y deseosa de querellar a nuestro apostado. Para colmo de males, la susodicha aduce estar representada por la falsa letrada S.D., una tatuada quien aún no ha presentado los pliegos de su título de “Muy Entendida en Jurisprudencia” que aduce habérsele otorgado en las “Altas Academias Pitman”, afirmando poseer además, una testigo conocida como “Sra. Gárchela Florecí Frutos Gasol”. La remitente llama “sesión de fangoterapia" a las oprobiosas latas de cacas descompuestas que vendió con alevosía a un grupo de coralistas patéticas que se encuentran tratando no terminar como Luisa Delfino. Incluso narra la creciente descomposición de las masas encefálicas de estas desdichadas, a propósito de un triste suceso acaecido en nuestras playas, que por pudor periodístico omitiremos aquí.
domingo, 6 de mayo de 2007
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